Lluvia de caramelos

No hay impedimento que no estén dispuestos a salvar los Reyes Magos de Oriente para entregar sus regalos a los niños. Sus majestades desafiaron ayer la lluvia, que amenazaba toda Andalucía y sólo cayó con fuerza en la capital jiennense, para desfilar ante los más pequeños en cabalgatas que cada año se superan en originalidad.

Dejando a un lado a los tradicionales camellos, los Reyes llegaron ayer a tres pueblos de la provincia granadina por rutas alternativas. En Motril, llegaron en barco y en el puerto les esperaba una comitiva de 18 carrozas; en Armilla, lo hicieron a bordo de un helicóptero que aterrizó en la Ciudad Deportiva; mientras que en Sierra Nevada, los sabios se atrevieron a calzarse los esquíes y bajaron por la pista de El Río para, después, ocupar sus tronos en la Plaza de Andalucía y repartir los ansiados regalos.

Los Reyes Magos han llegado por barco, helicóptero y hasta esquiando

En Sevilla, aunque con algo de retraso respecto al horario previsto, 30 carrozas volvieron a recorrer un itinerario que este año se ha modificado por las obras que afectan a zonas como las plazas de España y de la Encarnación o la calle Asunción.

Además de las carrozas tradicionales, pudieron verse en el cortejo otras como las dedicadas a clásicos de los relatos infantiles Alicia en el país de las maravillas y Las crónicas de Narnia o la inspirada en la película de Tim Burton Charlie y la fábrica de chocolate. Tampoco faltaron una réplica de la nave que zarpará rumbo a la próxima Exposición Universal de Shanghai o otra carroza que conmemora los 100 años de la industria aeronáutica en Sevilla.

La cabalgata de Granada capital, que con 98 años se enorgullece ser la más antigua de España, salió ayer a la calle pese a una leve lluvia con un destacado aire teatral, ya que en esta edición ha estado coordinada por la Compañía de Teatro Federico García Lorca.

El cortejo, compuesto por 25 carrozas a las que acompañaban 750 personas, lanzó 14.000 kilogramos de caramelos y 10.000 muñecos de peluche. En esta ocasión la propia cabalgata ha servido para cumplir el sueño de un granadino, José Luis León, que, desde hace 11 años, escribe al alcalde de la ciudad solicitándole encarnar a uno de los Magos de Oriente y este año, por fin, ha conseguido ponerse en la piel de Baltasar.

El cortejo de Málaga, con 19 carrozas, tenía previsto repartir más de seis millones de caramelos, sin olvidarse de los niños celíacos y de los diabéticos. Además, para los que no quieren visitar al dentista sus majestades lanzaron 5.000 muñecos de peluche.

En Huelva, los Reyes Magos también optaron por medios de transporte alternativos y llegaron en barco a Punta Umbría y en tren a Moguer. Además de caramelos, la comitiva de la capital onubense repartió rosquillas. Ilusión y regalos para todos los gustos.