El ex alcalde de Llíber recibió sobornos a cambio de licencias
Un promotor de Xàbia entregaba el dinero en metálico a José Mas
Sobornos, poderes notariales que resultaron ser falsos, reuniones discretas en un club de alterne. El levantamiento del secreto sumario del caso Llíber, por el que el Ayuntamiento de este municipio permitió entre 1999 y 2003 la construcción de 300 chalés en suelo rústico, ha desvelado nuevos aspectos de una trama en la que desempeñó un papel protagonista el constructor de Xàbia Miguel Montaner. El empresario fue el primer implicado encarcelado, el pasado diciembre. Su declaración ante la juez fue vital para que también acabaran en prisión apenas unas horas después el alcalde de Llíber durante aquel periodo, el popular José Mas, y su ex aparejador municipal.
Montaner, ahora en libertad tras pagar una fianza de cien mil euros, aseguró en su declaración que había efectuado sobornos "directamente" al alcalde y al ex técnico del Consistorio para que sancionaran esta práctica urbanística, autorizando la construcción de viviendas con permisos para la rehabilitación de ruinas o la instalación de almacenes. Y todo ante la pasividad del Consell.
El constructor añadió que aunque la mayor parte de las dádivas fueron en metálico también regaló un Mercedes al alcalde. En su declaración, Mas negó esta última aseveración y dijo que fue él quien pagó el automóvil, si bien admitió que Montaner le puso en contacto con el vendedor en Alemania.
Montaner fue el epicentro de una telaraña urbanística en la que hay 16 imputados. Aunque también se dedicó a edificar, el principal papel de Montaner según consta en el sumario judicial, fue el de intermediario: obtenía poderes de los propietarios de suelo rústico de este paradisíaco municipio del interior, quienes se beneficiaron de poder vender sus terrenos agrícolas al ventajoso precio de suelo urbano, y después contactaba con agencias inglesas y alemanas que, a su vez, atraían a clientes de esos países para comprar el suelo ignorando su calificación real.
El siguiente paso era contactar con los constructores que iban a edificar los chalés. La Guardia Civil ha constatado en este sentido que algunos encuentros se realizaron en un club de alterne en situación irregular que Montaner tiene en Xàbia. Los agentes de la investigación realizaron escuchas telefónicas posteriores a 2003, cuando el principal interés de los implicados en la presunta trama era la legalización de las casas.
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