Miguel, del tiroteo a titular
Mestalla perdonó a Miguel. Lo recibió con una pitada cuando tocó el balón por primera vez en el partido de ayer. No debía encontrarse demasiado cómodo el portugués, que era silbado una y otra vez. Siempre quedaba alguien con ganas de recriminarle su actitud. Hasta que, a medida que avanzaba el encuentro, algunos silbidos se convirtieron en aplausos.
El lateral había celebrado la Navidad a lo grande: terminó dando cuentas a la policía tras un altercado nocturno a las puertas de una discoteca de Lisboa que incluyó un tiroteo. El incidente no sorprendió a nadie en Valencia. Ni es la primera vez que se ve envuelto en un caso semejante -protagonizó otra trifulca a la entrada de un local de Valencia hace dos años-, ni la primera que se le abronca por su comportamiento -la última vez que llegó tarde al entrenamiento retrasó la foto oficial-. Pese a la reprimenda del técnico, Unai Emery, y del presidente, Manuel Llorente, Miguel fue titular. Con Mathieu, lateral zurdo, aún renqueante, Emery lo necesitaba en la banda derecha, para desplazar a Bruno a la izquierda.
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