Un juzgado investiga una muerte por gripe A

Tenía 28 años. Ingresó a mediados de julio en el Hospital 9 d'Octubre de Valencia con fiebre de casi 40 grados. Acababa de volver de Italia. En ese momento, la alerta sanitaria por gripe A vivía el momento más álgido de intento de control de la epidemia. La familia de la joven insistió desde el primer día en que se le practicara el test. La respuesta fue negativa. El hospital ni siquiera tenía entonces los elementos para hacerlo. Fue la familia la que consiguió el kit y el hospital La Fe el que confirmó el positivo de gripe A. Pero ya era demasiado tarde; la paciente estaba en coma y sin posibilidades de superar el grave cuadro clínico que acabó con su vida.

El Juzgado de Instrucción número 8 de Valencia ha entendido que ese relato y los documentos que se acompañan son suficientemente sólidos para iniciar una investigación por un supuesto delito. La denuncia admitida por el juzgado, en un auto notificado el 22 de diciembre, se dirige contra el director del 9 d'Octubre y cuatro médicos. La juez resuelve que los hechos de la denuncia "presentan características que hacen presumir la posible existencia de una infracción penal".

El 14 de julio de 2009, la joven acudió a urgencias del 9 d'Octubre con 39,5 grados de fiebre. Se le diagnosticó una neumonía neumococo, pero no se le practicó prueba de detección del virus H1N1. Consta en la denuncia que "a pesar de los síntomas de virus de gripe A, de la alarma social y las aleras sanitarias, no se realizaron cultivos, únicamente para determinar si se trataba de legionela". Un día después de su ingreso, fue remitida a planta; 24 horas más tarde estaba en la UCI. El 17 de julio la joven fue entubada. El 18, la familia insiste en el test de gripe A. Un día más tarde, la paciente está en estado de coma inducido. Los propios familiares se hicieron con un kit, lograron que el 9 d'0ctubre hiciera la prueba y el servicio de microbiología de La Fe informó el 21 de julio, siete días después del ingreso, del positivo de gripe A. Demasiado tarde. La paciente murió el 10 de agosto.

El letrado de la familia, Manuel Mata, considera que "existe dejadez y omisión de pruebas elementales, constituyendo estos actos una imprudencia profesional grave". La denuncia afirma que pudo cometerse un homicidio por imprudencia.