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Ajedrez

Magia natural

Estudio de Kasparián

Soviétskaya Rosiya, 1960

La selección de estudios que, además de ser muy bellos, tengan una clara utilidad práctica ha sido siempre norma de esta columna, incluso antes de 2004, cuando su autor era Lincoln Maiztegui. Como indica René Mayer en el número 637 de Jaque, "he aquí otra composición de lo más realista que se pueda concebir". Las blancas tienen algunas ventajas, pero convertirlas en victoria parece imposible. Su peón está mucho más avanzado que el negro, ambas piezas son más activas, y también el rey está mejor ubicado. Sin embargo, a las negras les basta con eliminar el peón blanco, aunque se pierda el alfil, para arrancar medio punto. Si el lector profundiza, verá una manera de ganar el alfil conservando el peón. Sin embargo, las negras cuentan con un recurso que parece salvador, y es sólo entonces cuando el mago Kasparián nos deslumbra con una idea genial: 1 Ta7+ (tanto 1 cxd7 Axd7 2 Txd7 como 1 Txc8 Txc8 2 Cxc8 dxc6, o bien 1 Cxc8 dxc6 conducen a un empate relativamente fácil con la técnica adecuada) 1 ..Rb5! (tanto 1 ..Rb4 2 c7; como 1 ..Rb3 2 c7 Tb4+ 3 Re3 pierden el alfil y la partida) 2 c7 Tb7! 3 Cxc8 Rc6! (aquí está el truco: el peón de c7 está irremediablemente perdido y las tablas parecen garantizadas; pero Kasparián nos deleita ahora con su varita mágica, cuyo secreto no es nada fácil descubrir) 4 Cd6!! Txc7 (única jugada razonable, ya que si 4 ..Txa7 5 c8=D+ Rxd6 6 Dc5+, y se acabó) 5 Ta6 ¡mate! Al final resulta que la mágica idea clave, muy escondida, era crear una red mortal para el monarca negro. Correspondencia: ajedrez@elpais.es

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