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Tentaciones
Entrevista:FAVORITOS 2009

ACTRIZ REVELACIÓN: Blanca Romero (After) / ACTRIZ ESPAÑOLA: Lola Dueñas (Yo, también)

ACTRIZ REVELACIÓN

Blanca Romero (After) 30%

Clara Lago (El juego del ahorcado) 25%

Ana de Armas (Mentiras y gordas) 17%

Nausicaa Bonnín (Tres días con la familia) 15%

Miriam Giovanelli (Mentiras y gordas) 13%

Hasta hace tres días, como quien dice, ha sido Irene, la seductora profe de la serie Física o química (Antena 3). Pero este año la vida le dio un nuevo quiebro al convertirla en el vértice femenino del triángulo amistoso de After, la cinta de Alberto Rodríguez que podría valerle una nominación a los Goya. Un papel intenso, duro, que puso a prueba su naturaleza como actriz. "Fue un viaje doloroso, desde la preparación hasta un par de meses después del rodaje, que acabé de desintoxicarme de todo lo que me comí con ese personaje". Dice que por fin se siente arropada por su profesión. Antes nada era redondo. Blanca Romero (Gijón, 1976) siempre fue una mariposa, pero no sabía hacia dónde volar. Fue modelo, se casó con un torero famoso, se convirtió en personaje de la prensa rosa, se divorció y acabó cantando rapada y descalza. "Normalmente, yo destruyo todo. Aunque algo me fuera fenomenal, lo tiraba abajo, no valoraba lo que tenía, no me llenaba. He sido bastante autodestructiva hasta hoy, pero he aprendido con esta nueva oportunidad: a no quejarme, no cansarme y no llegar al vacío de siempre". Su vuelo puede llevarle ahora a una miniserie en Italia, pero le cuesta abandonar a la que ha sido su familia durante dos años en la teleserie. "En el último episodio de esta temporada todo iba dirigido a un posible fin para Irene. En mi última secuencia se suponía que me quedaba mirando por el balcón, sin más. Pero el cuerpo me pedía que la matara. Me quité los zapatos y salté al vacío. Me autosuicidé. Y en el plató se quedaron blancos. 'Oye, pero esto no estaba en el guión'. Y les dije: 'Por si no vuelvo, así ya tenéis mi final grabado". After no tuvo un buen respaldo en taquilla. Creo que fue porque la vendieron como una noche de juerga y, al final, lo último que ves en la peli es la droga, el sexo, el alcohol. Ves la insatisfacción de los personajes, el momento que vivimos los que estamos entre los 30 y los 40 años. Y la vendieron más enfocada a la gente joven, que justo es la que no la va a entender. ¿Crees que los lectores te han votado por Física o química? Puede ser, pero el reconocimiento que estoy sintiendo gracias a After es muy diferente. ¿Lograrás desprenderte de esa imagen de "pervertidora de menores" que te ha valido la serie? (Risas) ¡A la cárcel con ella! Es cierto que el componente de tensión sexual fue muy importante, sobre todo al arranque de la serie. Pero ha llegado un punto en que el personaje no avanza: o madura o se suicida. Me da miedo y pena pensar en irme, pero también tengo que aprender a volar sola. Este año te has comprado un perro, cuando decidiste lanzarte en la música te llamaste La Perra, en After tienes una historia tremebunda con una perra malherida… ¿Qué te pasa con el mundo canino? No lo sé (risas). De pequeña me regalaron una perra chiquitina y me dedicaba a jugar con ella a hacer películas en el patio de mi casa. Después tuve dos, pero por trabajo al final los acabé regalando a amigos, y llevaba esa espina clavada. Y ahora, con lo mal que lo pasé por ser tan chunga con Ula [la perra de After], acabé comprándome un perro que es un amor y está mimadísimo. Si te hablan de un Goya a actriz revelación, ¿tú qué piensas? Pues mira, te digo lo mismo que a Lola Dueñas cuando me ha preguntado hoy "Tú, ¿qué tal?": "Aquí, flipando". No acabo de asimilar todo lo que me está pasando, con lo que imagínate un Goya. Ni me atrevo a soñar con ello.

ACTRIZ ESPAÑOLA

Lola Dueñas (Yo, también) 42%

Ángela Molina (Los abrazos rotos) 24%

Adriana Ugarte (Castillos de cartón) 17%

Natalia Mateo (La vergüenza) 9%

Aida Folch (25 kilates) 8%

Según entra por la puerta, dice: "Chicas, ¿os importa que os haga una foto con el móvil? Es para componer la cara de Aminetu Haidar con fotos de 10.000 mujeres. ¡Tenemos que reunirlas para mañana!". Lola Dueñas (Barcelona, 1971) se siente comprometida con la causa de la saharaui hasta tal punto que se fue al aeropuerto de Lanzarote para leer un comunicado público tras la primera semana de huelga de hambre. "No lo hice por solidaridad, sino por convicción absoluta. Quiero decir: si dejamos que una defensora de los derechos humanos, una mujer digna, buena, pacífica, muera por intereses económicos, daremos licencia para que ocurra cualquier cosa". Días después de su cita con EP3, Haidar ya está en casa, y Lola comparte con nosotros su alegría: "Habíamos convocado una manifestación por sus derechos y justo el día antes se dio vía libre a su regreso al Sahara; se mantuvo la concentración, pero para transformarla en una fiesta". Así es Lola Dueñas, no sabe implicarse a medias. Por eso contribuyó a convertir Yo, también, su atípica historia de amor con un chico que padece el síndrome de Down (Pablo Pineda), en una de las películas más sinceras y aplaudidas del año —en el festival de San Sebastián ambos actores se llevaron la Concha de Plata—. Su sola presencia amplifica cualquier filme. Por pequeño que sea su papel. Bien lo sabe Almodóvar. Le basta un "Mogollón" (Volver) o un "No labio, no labio" (Los abrazos rotos) para cautivar al público. Ahora vive casi a tiempo completo en París. ¿Cuáles son las mayores alegrías que te ha traído Yo, también? El trabajo en sí, el proceso de ensayos, rodar con dos directores alucinantes [Antonio Naharro y Álvaro Pastor]. El rodaje es lo que más me divierte normalmente. ¿Pablo Pineda y tú os habéis hecho inseparables? Pablo es divino. Es un amigo al que echo de menos enseguida, cuando llevo unos días sin hablar con él, enseguida nos buscamos. ¡A ver si estudia! Que le queda un poquito para terminar. Ha estudiado magisterio y psicopedagogía. Yo, también estará en el festival de Sundance. ¿Por qué crees que la han seleccionado? Porque se lo merece. Conecta con un lado muy bonito de cada uno. Y es única. ¿Tú irás? ¡Espero que sí! A ver, como somos tantos, hay que repartir la cosa. Pero yo voy a dar un coñazo tremendo para que me lleven. Acabas de rodar una peli francesa, Angèle et Tony, ¿cuánto debes a Almodóvar de tu internacionalización? Yo se lo voy a agradecer siempre. Ahí él es Dios, y a mí me tratan fenomenal por haber trabajado con Almodóvar. Con Volver fui a Francia como una reina mora. ¿Y antes? La primera vez fui a la escuela de Jacques Lecoq y no me gustó nada. Lecoq se había muerto y la viuda era una pesetera. La escuela resultó ser una mierda. Pero, bueno, estaba en París, que era lo que yo quería. ¿Crees que Los abrazos rotos ha sido injustamente tratada en España? Sí. Se ha dicho que es una mala película y no lo es. Que todas las malas películas sean así. Te puede llegar o no, pero no hacía falta que se le perdiera el respeto tampoco. ¿Qué te espera en 2010? Tengo dos proyectos en Francia. Uno es un papelón que te caes de culo, pero para eso tengo que hablar perfectamente francés. ¿Y algo a nivel personal? Me he comprado una thermomix, me la traen esta tarde a las cinco. Si me cambia la vida ya te lo contaré (risas).

<b>Blanca Romero, a la izquierda, lleva <i>total look</i> de Duyos. Y Lola Dueñas, vestido de María Escoté, medias Calzedonia y zapatos Stuart Weitzman.</b>
Blanca Romero, a la izquierda, lleva total look de Duyos. Y Lola Dueñas, vestido de María Escoté, medias Calzedonia y zapatos Stuart Weitzman.CHUS ANTÓN

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