China mantiene la ejecución de un británico por narcotráfico

La familia de Akmal Shaikh, un ciudadano británico cuya ejecución por narcotráfico está fijada para hoy en China, hizo ayer una petición desesperada de clemencia. Aseguran que Shaikh, de 53 años, padece una enfermedad mental y fue engañado por una banda criminal para que introdujera en el país la maleta con cuatro kilos de heroína con la que fue sorprendido en 2007 en el aeropuerto de Urumqi, capital de la región de Xinjiang.

"Rogamos a las autoridades chinas compasión y clemencia para ayudar a reunir a esta familia destrozada", dijo Soohail Shaikh, uno de los dos primos del condenado que han viajado a China en un intento de paralizar la aplicación del veredicto. "Creemos que no está en su sano juicio y que necesita medicación". Soohail y su hermano Nasir pudieron visitar ayer durante hora y media a Akmal en Urumqi. Según dijeron, al reo no le habían comunicado que la pena capital, dictada en octubre de 2008 en un juicio que duró media hora, iba a ser ejecutada.

Los parientes del condenado dicen que fue engañado por criminales para que llevara la maleta -Akmal afirma que no conocía el contenido- con la promesa de que le ayudarían a comenzar una carrera en el mundo de la música pop. El Gobierno británico asegura que el condenado padece una enfermedad maniacodepresiva. Pekín dice que los derechos del acusado han sido "totalmente respetados".