Regalo de Navidad de los Lakers

Pau Gasol firmó el contrato de su vida el miércoles, se emocionó al verse ubicado entre los cinco jugadores mejor pagados de la NBA y el viernes, día de Navidad, decidió tomarse el día libre. Y como él, si se cree a Phil Jackson, el entrenador del equipo, todos sus compañeros de los Lakers aunque no tuvieran tanto que celebrar.

Del estado de ánimo de los Lakers, el mejor club del año pasado, el mejor de lo que va de temporada, se alegraron LeBron James, Shaquille O'Neal y sus compañeros de Cleveland Cavaliers, que ganó con amplitud en la cancha de los Lakers (87-102), un regalo de Navidad que rápidamente convirtieron en todo un chute de autoestima. "No se trataba de enviarles un mensaje a ellos", dijo James (26 puntos y nueve asistencias); "se trataba más bien de enviarnos un mensaje a nosotros mismos y de observar cómo estamos a estas alturas del año en relación con el mejor equipo de la NBA".

No están, por lo visto, nada mal, aunque hay dudas de que los Lakers del día de Navidad fueran, en realidad, el mejor equipo del mundo.

Su público, al parecer, no lo creyó así, pues se pasó gran parte del último cuarto lanzando objetos (mayormente dedos gigantes de espuma amarillos) al parqué, protestando tanto contra el poco espíritu de sus jugadores como contra los árbitros, que señalaron cinco faltas técnicas a los Lakers y exasperaron incluso al habitualmente flemático Jackson.

"Nunca había visto a los aficionados de Los Ángeles reaccionar así", dijo Jackson; "me gustó su entusiasmo, pero no sus acciones de protesta".

Fue la primera derrota de los Lakers en su cancha después de 11 victorias sucesivas.

El máximo anotador de los Cavaliers, que lograron en el segundo cuarto una ventaja de 26 puntos (19-45), fue Mo Williams (28 puntos, tres de tres en triples), pero Kobe Bryant, con 35 puntos (sólo 11 canastas de 32 intentos en tiros en juego), fue el mejor del partido.

No fue el día de los hombres altos, que chocaron contra la fuerza defensiva de la mole Shaquille, un artista a la hora de forzar faltas y técnicas. Gasol, muy machacado, se quedó en 11 puntos, fallando siete de 11 en tiros cercanos a canasta. Peores fueron los números de la otra torre, Andrew Bynum: cuatro puntos y seis rebotes.

No fue precisamente el primer partido lastimoso esta temporada de Bynum, que forma junto a Gasol y Bryant el núcleo duro de los Lakers. Antes del regreso de Gasol al equipo, Bynum llevaba una media de 20 puntos y 10 rebotes. En los últimos siete partidos, con el español de nuevo en la cancha, sus números han bajado a 9,5 y 4,9 rebotes de media. Oficialmente, Bynum lleva arrastrando varias semanas un catarro.

"Ellos vinieron y nos superaron", resumió Bryant; "ha sido una buena señal para que nos despertemos".