Campañas para la empresa responsable

Quiero Salvar el Mundo Haciendo Marketing. Un nombre un poco largo para una empresa, sí, pero también una tarjeta de presentación, una declaración de intenciones y el objetivo de dos vidas resumido en seis palabras. Visto así, ya no parece tan largo. "Son nuestros intereses, y además, en orden: Queremos hacer cosas, que salven el mundo..., y si esas cosas tienen que ver con el marketing, mucho mejor", explica entre risas José Antonio Illana, uno de los creadores de esta firma de marketing especializada en organizar campañas, eventos o acciones responsables, solidarias o, al menos, con un alto componente de buen rollo.

José viene del mundo del marketing. Cursando un máster en ESIC, se le ocurrió la idea de crear una empresa de marketing unido al mundo de la responsabilidad social corporativa. Justo antes de comenzar el proyecto se le unió Pedro Bravo, que, además de la publicidad, conocía bien el mundo del periodismo e Internet. Y se implicó de lleno en la idea. Tras dos años de gestación, en septiembre de 2008 nació el proyecto. El capital inicial, para el que contaron con otro amigo ("más bien un filántropo", bromean), era mínimo. Un despacho prestado y muchas ganas.

"Marketing y responsabilidad social corporativa (RSC) parecían dos opuestos. Pero no lo son", resume José. Ya han trabajado con Sugus, Telecinco, el Ministerio de Igualdad, Cruz Roja o la Fundación Luis Vives. Reconocen que, de momento, la comunicación es lo que más trabajo les da, pero también han podido organizar acciones y promociones mucho más llamativas. Con Sugus, por ejemplo, montaron una jornada para crear mosaicos con caramelos. Con la Fundación Luis Vives, alrededor del tema de la exclusión social, han organizado un concurso de anuncios televisivos y han puesto en marcha un documental hecho por gente que ha vivido esa exclusión. Han logrado involucrar a estudiantes y directores de cine como Trueba o Zambrano. En el Ministerio de Igualdad celebran ahora un concurso para sensibilizar sobre la discriminación.

"Lo que intentamos es relacionar al cliente con su grupo de interés, sus stakeholders", comentan. No se trata sólo de captar clientes, sino de relacionarse con sus trabajadores, amigos, enemigos y todo aquel que pueda tener una opinión sobre la compañía. "El mundo cambia, y las empresas tienen que darse cuenta de que deben hacerlo bien. No por imagen, si no porque es lo que ahora cuenta. La forma de consumo ha cambiado. El cliente desconfía de la empresa por sistema. Y el único camino para reconquistar la confianza es la responsabilidad", recuerda José. "La RSC es como la calidad. Al principio parecía una moda. Pero llegó para quedarse", apunta su socio.

No sólo quieren trabajar por dinero. Quieren salvar el mundo, o al menos intentan mejorarlo. Por eso, ahora que han conseguido cubrir costes, aprovechan para sus propios proyectos. "No somos sólo marketing, sino investigación, innovación...", repasa Pedro. Si la idea es buena, la sacan adelante. Por eso han puesto en marcha los Diálogos en La Granja, con debates sobre un mundo mejor. Y una plataforma para que se reconozca el término sostenibilidad. "Es increíble que no aparezca en el diccionario", razona José. -