El gancho artístico del combate

"Es una combinación de lo absurdo, lo profundo y lo increíble". Así resume Christopher Isenberg, fundador de la agencia neoyorquina No Mas, el combate entre George Foreman y Muhammad Ali en Zaire hace 35 años y que hoy su compañía conmemora con el proyecto Rumblevision, una serie de tres cortometrajes animados, camisetas oficiales licenciadas por la marca Muhammad Ali y una serie de acuarelas del pintor David Rathman. "Además, los promotores musicales organizan un concierto con James Brown, Bill Withers y The Spinners. Es la tormenta perfecta del cruce entre deporte y cultura". Exactamente a eso se dedica No Mas, a explorar el terreno en el que la cultura y el arte se topan con la narrativa y la mística del deporte.

"Es el cruce perfecto entre deporte y cultura", dice el director del proyecto

La agencia nació de una serie de conversaciones nocturnas en un bar de Brooklyn, se desarrolló durante la estancia de Isenberg en Cuba -de donde volvió con hepatitis A y el cuerpo lleno de ron- y se confirmó el día en que una llamada presagiaba el fin del proyecto y el ingreso en prisión de este ex periodista deportivo. "Llevaba tiempo diseñando y fabricando camisetas de Muhammad Ali. Me llamaron de la empresa que gestiona el legado del púgil y pensé que ahí se acaba todo. No poseía licencia". Entonces, Isenberg se decidió por el movimiento más suicida posible: decir la verdad e ir de cara. Les habló del trabajo que había hecho, les mostró otras acciones con boxeadores de los que sí poseía los derechos, como Huracán Carter o Ray Mancini, y les hizo llegar un pequeño corto de animación sobre Ali que estaba produciendo. Les encantó.

No sólo no le demandaron, sino que le comisionaron lo que a la postre sería Rumblevision. Jerome Lagarrigue animó sus pinturas al óleo, James Bladgen hizo lo propio con sus obras en tinta y David Rathman puso en acción la serie de acuarelas que ya han sido presentadas en varias galerías de Nueva York y que desde esta semana se pueden adquirir a través de la web del estudio (www.nomas-nyc.com).

"En el boxeo la luz es fantástica, las siluetas son bellísimas. Cada contendiente es un héroe trágico. En mi opinión, el único otro evento que posee la misma carga dramática que el boxeo son los toros". Cuando era niño, el norteamericano coincidió con Fran Rivera en un campamento de verano. Años más tarde vendría a España a visitarle, cantar Probe Miguel en el coche y ver a El Juli en las Fallas. "Llegué al aeropuerto y vi que Fran estaba en la portada de cuatro revistas. Supongo que eso también es mezclar cultura y deporte, pero a un nivel bastante distinto".