Córdoba se llena de surrealismo
Una exposición recuerda la trayectoria artística del mítico grupo Dau al Set
En los años más duros del aislamiento internacional de la España franquista, aquellos de autarquía y hambre que siguieron a la Guerra Civil y la II Guerra Mundial, un grupo de jóvenes artistas e intelectuales catalanes trató de vencer el plomizo panorama cultural en el que vivían. Juntos, los creadores plásticos Modest Cuixart, Joan-Josep Tharrats, Joan Ponç y Antoni Tàpies; los poetas Joan Brossa y Juan Eduardo Cirlot y el filósofo Arnau Puig, emprendieron una aventura de audacia y talento como no se recordaba desde las vanguardias anteriores a 1936.
Se trató de Dau al Set, dado al siete, en catalán. Un grupo multidisciplinar que aunó sus esfuerzos no sólo en publicar una revista bajo ese mismo nombre, sino en organizar exposiciones y eventos culturales. Todo ello convirtió a esta inquieta pandilla en un referente de las nuevas vanguardias en Barcelona y Cataluña. El propio nombre con el que se bautizan -ideado por Joan Brossa, verdadero motor de todo-, pone de relieve las intenciones rupturistas de sus integrantes.
Tàpies, Cuixart, Tharrats y Brossa protagonizan la muestra
La revista nació en 1948 y de ella se publicaron unos 55 ejemplares, con tiradas exiguas que convertían cada número en un objeto artístico prácticamente único. Las condiciones de edición eran tan precarias (el papel, por ejemplo, era muy escaso) que ellos mismos llegaron a colorear a mano muchos de los ejemplares, recuerda la comisaria de la exposición, Concepción Gómez. En el mes de septiembre de 1948 se publicó el primer número de Dau al Set.
Para celebrar los 60 años de aquel primer número, desde el año pasado circula por España una exposición, bajo el mismo nombre del grupo y la cabecera de su publicación. La muestra llegó ayer a Córdoba, en cuya sala de exposiciones Vimcorsa se exhibirá hasta el 22 de enero. La muestra recoge ejemplares de la revista, pinturas sobre papel y lienzos de los componentes del movimiento, fechados entre 1944 y 1955 y que proceden en su mayoría de colecciones privadas, "por eso es muy difícil que vuelvan a exponerse al público", apunta la comisaria.
Concepción Gómez escribe en el catálogo de la colección que, "dentro de la diversidad de estos artistas, muy jóvenes entonces, podemos apreciar un nexo de unión que radica en la expresión surrealista de su obra: la asunción de lo disparatado como refugio de la libertad". Cada una de las obras rezuma influencias de vanguardias pasadas. Especialmente del surrealismo, que vivía un resurgir en Europa tras el fin de la II Guerra Mundial. Entre sus grandes referentes se encontraban artistas de la talla de Dalí o de Miró, a los que los miembros del grupo llegaron a visitar. Y la huella de su presencia inspiradora se deja ver en numerosas páginas de la revista, quizás más especialmente en las realizadas por Cuixart.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.