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Dos días bajo cero sin luz, sin agua y sin teléfono móvil

"Menos mal que tenemos leña", dicen los vecinos de 6 pueblos de El Comtat

"Menos mal que tenemos leña para caldear las casas", relató ayer sumida en la resignación una anciana de Balones. "Y las despensas llenas", apostilló otra. Estas dos mujeres y el resto de los 600 habitantes de seis pequeños municipios de La Vall de la Seta, en la comarca de El Comtat, han pasado dos días y dos noches bajo cero y, además, sin luz, sin agua y sin teléfono móvil. La repentina llegada del crudo invierno ha vuelto a dejar al descubierto la precariedad de las infraestructuras y servicios de estos pueblos del interior. "Es indignante que estas cosas lleguen a ocurrir en pleno siglo XXI", concluyó otra vecina.

Las calles de Tollos, Quatretondeta, Benimassot, Fageca, Famorca y Balones estaban ayer cubiertas por un manto de nieve de 15 centímetros. Pero sus vecinos sufren desde la mañana del lunes las consecuencias de una avería en los cables de suministro eléctrico como consecuencia de la nevada. "Llevamos dos días sin luz y según va pasando el tiempo va complicándose todo. Las casas que se han modernizado y que tienen vitrocerámicas y calefacción eléctrica están sin poder cocinar y sin calor desde el lunes. Dentro de poco, cuando se agoten las baterías ya ni podremos hablar por el móvil", protestaba ayer el alcalde de Balones, Juan Ramón Nadal.

Balones ha sido el municipio más afectado. Su alcalde había perdido ya la cuenta de las veces que había telefoneado a la compañía eléctrica en busca de socorro. Mientras los técnicos de Iberdrola pudieron habilitar grupos electrógenos la noche del martes con los que suplir los problemas en las líneas en Tollos, Quatretondeta, Benimassot, Fageca y Famorca, en Balones no fue posible esta solución.

Nadal explicó que el problema se vio agravado porque el municipio tiene el servicio contratado con una comercializadora y una distribuidora diferentes de Iberdrola. La compañía eléctrica comenzó ayer a reparar los cables. El alcalde añadió con desespero que la falta de luz dio pie a un fallo en la bomba de agua, que dejó también sin este suministro a los vecinos. "Nos sentimos incomunicados y abandonados. No podemos ver la tele", explicó otro vecino.

En Tollos, su alcalde, José Joaquín Nadal, instó a la compañía que aprovechase su intervención en la zona para mejorar de una vez por todas sus instalaciones en la comarca. "Siempre somos los mismos los que pagamos el pato. Ante cualquier inclemencia del tiempo se va la luz. Ya es hora de que busquen una solución definitiva", señaló Nadal.

En Quatretondeta, la situación no fue menos crítica. Vicente Cardona, primer teniente de alcalde, dijo: "Están las calles llenas de nieve y hielo. La comunicación es muy complicada por carretera y hoy los niños tampoco han podido ir a clase", explicó. La escuela de Benilloba, a la que asisten los pequeños de esta parte de El Comtat, aunque abrió ayer sus puertas después de dos días clausurada por la nieve, contó con muy baja asistencia. "El colegio ha abierto pero sólo han ido unos pocos profesores y los alumnos del pueblo", señaló la secretaria municipal.

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Peor suerte corrieron los vecinos de Benimassot. El grupo electrógeno que daba servicio a esta localidad se quedó sin gasóleo la noche del martes al miércoles, por lo que los vecinos sobrevivieron la madrugada de ayer sin luz y a temperaturas bajo cero.

Los vecinos de estos seis pueblos han culminado su calvario al quedarse incluso sin teléfono móvil al agotar las baterías.

Un grupo electrógeno, ayer, a la entrada del pueblo de Tollos (Alicante).
Un grupo electrógeno, ayer, a la entrada del pueblo de Tollos (Alicante).EL PAÍS

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