Pellegrini afina el juego coral
Mejor en el centro del campo, el Madrid actúa muy unido y vence con dos goles de Higuaín a un Valencia a remolque
A falta de sus dos principales estrellas (Cristiano y Kaka), Pellegrini aunó al Madrid en torno a un juego coral que Benzema y, sobre todo, Higuaín se sintieron felices de rematar. A golpe de desmarques, los dos delanteros rompieron las costuras de la zaga valencianista. Siempre favorecidos por los excelentes pases que les sirvieron los centrocampistas, Van der Vaart y Marcelo especialmente.
A Emery le salió mal la acumulación de medios (cinco). Con uno menos, ahí se impuso el Madrid, en el que Xabi Alonso y Van der Vaar estuvieron más engrasados. En su mejor versión, el mediapunta holandés descargó el balón donde más le convenía a su equipo. Y encontró a Benzema e Higuaín. Más activo el francés, tan fresco en el desborde como espeso en el remate a gol. Más esporádico el argentino, aunque mucho más peligroso. Higuaín se desmarcó una y otra vez y pudo encarar con frecuencia a César. El Madrid se crecía y convirtió el final de la primera parte en un acecho al estallar Sergio Ramos un remate de cabeza en el poste izquierdo de César. La mala noticia para Pellegrini llegó a continuación: Pepe, que había anulado completamente a Villa, se marchó en camilla tras lesionarse una rodilla en una caída que parece una distensión de ligamentos.
VALENCIA 2 - MADRID 3
Valencia: César; Bruno, Navarro (Joaquín, m. 75), Dealbert, Mathieu (Miguel, m. 87); Albelda, Marchena; Pablo Hernández, Banega, Mata; y Villa. No utilizados: Moyà; Maduro, Alexis, Baraja y Zigic.
Real Madrid: Casillas; Sergio Ramos, Pepe (Garay, m. 46), Albiol, Arbeloa; Lass, Xabi Alonso, Marcelo; Van der Vaart (Raúl, m. 75); Higuaín y Benzema (Granero, m. 85). No utilizados: Dudek; Gago, Diarra y Drenthe.
Goles: 0-1. M. 54. Higuaín cabecea en el área un centro de Benzema. 1-1. M. 60. Villa se anticipa por alto a Casillas. 1-2. M. 65. Higuaín, a pase de Marcelo 2-2. M. 80, Joaquín, de fuerte disparo. 2-3. M. 83. Garay remata de cabeza un saque de falta de Xabi Alonso.
Árbitro: Teixeira Vitienes. Amonestó a Xabi Alonso, Mathieu, Sergio Ramos, Navarro y Marchena.
Unos 50.000 espectadores en Mestalla.
Al Valencia le faltó profundidad y le sobraron mediocentros. Al final, es lo que son Albelda, Marchena y Banega, por mucho que Emery pretenda que el argentino ejerza de Silva en funciones de mediapunta. No es su sitio. Y se retrasa al centro del campo, quedándose en zona de nadie. El resultado fue que a los extremos, Pablo y Mata, les llegaron pocos balones en condiciones y a Villa ninguno. Si exceptuamos los fueras de juego mal señalados, claro, en los que salieron perjudicados ambos equipos.
Los árbitros españoles se pasan por el forro las recomendaciones de la FIFA de que, en caso de duda, no piten fuera de juego. Todo lo contrario. En caso de duda, siempre fuera de juego. Lo que evitó una primera parte en la que pudo haber hasta cuatro tantos, dos por conjunto, cuando los delanteros se disponía a encarar solos al meta contrario. El desgaste físico de ambos equipos fue tremendo en este primer periodo. Y las líneas, muy apretadas.
Los entrenadores, satisfechos, no movieron el banquillo en el descanso tras la entrada obligada de Garay por Pepe. Mientras Joaquín seguía en el banquillo, el Valencia continuó tristón en el ataque, sin que Emery se diera por aludido. Lo aprovechó el Madrid para dar un hachazo al partido. En una acción muy repetida en el primer tiempo. Esta vez, con un final feliz. Benzema volvió a escorarse al pico izquierdo del área. Volvió a desplumar a Bruno, pero en esta ocasión centró templado hacia atrás, donde cabeceó, impecable, Higuaín a gol.
Sólo entonces el Valencia pareció quitarse la presión de encima. Se desmelenó por momentos. Y cuando el equipo pierde las cadenas suele aparecer Mathieu, el más anárquico de sus defensas. A uno de sus centros desde la izquierda acudió a cabecearlo, poderoso, Villa, anticipándose al despiste de Albiol y Garay. Es el duodécimo tanto del Guaje en los 13 partidos que ha disputado hasta ahora.
La tensión del partido se disparó. Y del jugadón de Marcelo, una diagonal hacia la derecha, sacó tajada Higuaín en su enésimo desmarque mortal. Emery tardó un mundo en ver que su equipo necesitaba el revulsivo de Joaquín, que entró en el último cuarto. Y marcó, claro, tras otro buen centro de Mathieu. Disconformes con el empate, los centrales del Madrid subieron a rematar una falta de Xabi Alonso. Y uno de ellos, Garay, le ganó la posición a Marchena, giró el cuello y envió el balón a la escuadra. El Madrid siempre llevó la iniciativa y el Valencia estuvo toda la noche a remolque. Al cuadro de Emery le faltó personalidad.
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