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Ajedrez

Endulcemos la espera

Autor desconocido

Chess Base, 2008

La final de la Copa del Mundo (www.ugra-chess.ru) en Siberia entre el israelí Borís Guélfand y el ucranio Ruslan Ponomáriov está decepcionando mucho: tras un empate insulso en la primera partida (se juega al mejor de cuatro), Guélfand propuso ayer tablas con blancas en la segunda tras sólo 20 movimientos y con todas las piezas y peones en el tablero, porque el reglamento permite esa desvergüenza. Menos mal que el nivel de combatividad es mucho más alto en Londres (www.londonchessclassic.com), donde Magnus Carlsen (2,5 puntos en tres partidas, consolidándose como número uno del mundo para la lista oficial del 1 de enero) luchó sin éxito el jueves durante siete horas y 79 movimientos para doblegar la resistencia del joven británico David Howell. Mientras esperamos más joyas de ambas procedencias, disfrutemos de esta pequeña delicia. Las negras deben mover su alfil para evitar las tablas por ahogo del rey blanco, pero sólo uno de los movimientos posibles sirve para ganar. Como pista esencial, téngase en cuenta que, si se pierden los peones de b3 y d2, el monarca blanco logrará el empate en el final contra rey, peón de torre que corona en blanco y alfil de casillas negras si llega a h1. Veamos la fineza: 1 ..Ah2!! (dentro de un rato comprenderemos por qué las demás jugadas no ganan) 2 Th1 d1=D+ 3 Txd1 Rxd1 4 Rb2 Re2 5 Rxb3 Rf3 6 Rc2 Rg4 7 Rd3 Rxh5 8 Re2 Rg4 9 Rf2 Rh3 (ahora se entiende todo: si el alfil no estuviera en h2, las blancas jugarían Rg1 y luego Rh1, con el empate garantizado) 10 Rf3 Ag3, y las negras ganan. Correspondencia: ajedrez@elpais.es

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