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Los partidos se resisten a pactar una guía de pluralismo en las televisiones

El Consejo Audiovisual emplaza a los grupos políticos a acordar una norma base

El presidente del Consejo Audiovisual de Andalucía, Juan Montabes, ha pedido formalmente en tres ocasiones a los grupos parlamentarios que pacten unos criterios para medir el pluralismo político en los medios públicos, de forma que el operador que incumpla sea apercibido. Les ha remitido un informe con los modelos que siguen 11 países europeos para iniciar un debate. Ninguno ha respondido de manera oficial. No parece que este asunto figure entre sus prioridades. Las razones son complejas. Mientras IU y PSOE se muestran dispuestos, en todo caso, a estudiar posibles baremos a largo plazo, el PP alega directamente que debe ser el propio Consejo Audiovisual el que arbitre esas pautas, ya que fue creado para eso y no "para devolver la pelota al Parlamento".

PP: "El presidente del Audiovisual pretende devolver la pelota al Parlamento"
Montabes: "Haremos una propuesta, pero hay que perfilar primero el camino"

Montabes matiza que no se trata de elaborar una ley que le dé la vuelta a todo, sino de contar con las impresiones de los grupos para saber por dónde ir, y el foro adecuado es la Cámara autonómica. "Por supuesto que el Consejo hará una propuesta, pero antes hay que consensuar las líneas con los partidos, por eso ofrecemos 11 alternativas pues lo que se puede hacer es inmenso", comenta el presidente.

Hasta ahora el pluralismo en las televisiones y radios públicas ha sido motivo de refriega política continua. Normalmente, del partido que está en la oposición hacia el que sustenta al gobierno del que depende la emisora y, además en tres ámbitos: estatal, autonómico y local, con lo que las combinaciones de acusaciones entre las formaciones son muy variadas. El segundo informe trimestral de Consejo Audiovisual de Andalucía -que ha medido sólo los tiempos de palabra de los protagonistas de las noticias, sin emitir juicios- ha dejado meridianamente claro que el escoramiento político de los operadores municipales triplica a los regionales y nacionales, y ahí no se libra ningún partido.

Fuera de los periodos electorales, en los que se sigue la proporcionalidad según la representación de los partidos, bajo la tutela legal de las juntas electorales, en España no existe ninguna norma que mida el pluralismo político, salvo el caso excepcional de Cataluña, donde el Parlamento autonómico acordó un patrón. En este momento se está tramitando en el Congreso de los Diputados la ley estatal de Medios Audiovisuales que no recoge ninguna metodología para evaluar el pluralismo.

La experiencia en el resto del mundo y Europa es diversa. Según el informe remitido a los partidos andaluces (y también al Gobierno autonómico) que ha redactado el Consejo Audiovisual de Andalucía, en EE UU, por ejemplo, no hay regulación, en Reino Unido se rigen por una plantilla cualitativa y en Alemania limitan sus normas a los canales de servicio público.

El modelo más citado por los partidos andaluces es el francés, que utiliza el sistema de los tres tercios: un tercio de palabra para el gobierno, otro para la mayoría parlamentaria y un tercero para la oposición. No obstante, tales mediciones (que dejan fuera a las formaciones extraparlamentarias) han sido corregidas con variables más flexibles por el carácter reductor de la referencia, de modo que, en definitiva, intervenga más el sentido profesional de los editores para buscar el equilibrio.

Miguel Ángel Vázquez, secretario de Comunicación del PSOE, admite que su partido no ha respondido oficialmente a la propuesta del Consejo Audiovisual Andaluz, aunque asegura que está abierto explorar fórmulas de regulación. Según él, habría que estar atento al ámbito estatal, si bien los pasos que se den en Andalucía pueden ser beneficiosos. Sobre el método francés, asentado y aceptado por todas las formaciones de este país, Vázquez objeta las dificultades que supondrían para los profesionales obedecer instrucciones fijas que dejen poco margen al peso de la noticia. "En Andalucía, RTVA y TVE se conducen por la autorregulación y los resultados son positivos, como ha puesto de manifiesto los informes descriptivos del Consejo Audiovisual del primer y segundo trimestre", agrega.

El parlamentario de IU José Antonio Castro opina, sin embargo, que se puede ir ya perfilando la guía del pluralismo en Andalucía, pero con una condición: "Que una vez elaborada se remita a las asociaciones de profesionales y si éstas no la validan, pensar en otra cosa, porque significará que no se podrá trabajar".

Al PP la llamada al consenso parlamentario del presidente del Consejo Audiovisual de Andalucía le parece sencillamente una patada al balón. "No entendemos qué es lo que pretende Montabes", argumenta el responsable de Comunicación del PP, Mateo Rísquez. "El Consejo se ha hecho precisamente para eso, para que fije unas normas, ¿si no, para qué sirve?", se preguntó.

Modelos europeos

- Francia. Sigue la norma de los tres tercios: un tercio de tiempo de palabra para el gobierno, un tercio para la mayoría parlamentaria y otro para la oposición. Recientemente ha corregido para hacerlo más flexible.

- Portugal. Evalúa según la representación parlamentaria. Tiene en cuenta las fuentes, el discurso del periodista, los planos y si es favorable, neutro o desfavorable.

- Italia. Fuera del periodo electoral aplica el sistema de los tres tercios, con variables más extensas (tiempo de pantalla y de viva voz).

- Reino Unido. Sólo mide el cualitativo y no sigue normas de estricta división de tiempo para hablar en televisión. Especial relevancia a la imparcialidad y el reflejo de los errores rápidamente en antena. Actúa sólo ante reclamaciones y puede sancionar.

- Alemania. Sin reglas en la división de tiempos de palabra. Se aplica mayor rigor en los canales públicos. Cada estado federal (Land) es responsable de la radiodifusión en su territorio

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