Al acecho de los navíos españoles
Una muestra recuerda los ataques piratas a los barcos que iban a América
El descubrimiento de América espoleó la codicia de muchos europeos. Las noticias sobre riquezas fabulosas prendieron con la rapidez del fuego en paja seca. Piratas franceses acecharon a Cristóbal Colón en las islas Azores a la vuelta de su tercer viaje en 1498. Pero hubo que esperar hasta 1522 para que se produjera el primer asalto. Los primeros piratas fueron franceses. Luego llegaron los ingleses a finales del siglo XVI. Los holandeses y daneses se apuntaron al robo de barcos en el XVII.
Fueron tres siglos de ataques contra los barcos españoles. Las incursiones contra las poblaciones llenaron de tensión las costas americanas. Nadie se sentía seguro en los pueblos del Caribe. La exposición Mare clausum. Mare liberum. La piratería en la América española recorre los episodios principales de la pugna que enfrentó al imperio español con corsarios, bucaneros y filibusteros. El título de la exposición, mar cerrado frente a mar libre, alude a las dos concepciones que había sobre el mar en la época. La primera sostenía que el mar pertenece a quien se apropia de él; la segunda defendía la libertad de navegación.
Franceses, ingleses, daneses y holandeses atacaron los navíos durante tres siglos
La muestra, que estará abierta hasta el 31 de mayo en el Archivo General de Indias de Sevilla, reúne más de 170 piezas (documentos originales, libros, maquetas de fortificaciones, armamento y reproducciones de navíos). Destaca la documentación referente al envío de los regalos de Moctezuma, que Hernán Cortés remitía al emperador, y que fueron robados en un abordaje. También es importante la sentencia que condenó a muerte a Juan de Benavides Bazán, general de la única flota que cayó completa en manos enemigas en 1628.
El comisariado y los textos de la exposición corren a cargo de Falia González Díaz y Pilar Lázaro de la Escosura. González Díaz, archivera y licenciada en Historia, insiste en que la exposición "no se ha aprovechado de la expectación creada en torno al secuestro del atunero Alakrana". "La idea surgió hace año y medio y llevábamos preparándola desde entonces. Nos parecía un tema que siempre ha sido muy conocido a través de bibliografía extranjera más que española. Sin la piratería no se entiende la Historia de América. Hay muchos libros españoles sobre piratería, pero se basan demasiado en las fuentes bibliográficas de Francia e Inglaterra", comenta la comisaria.
"Para España, la piratería era un oficio despreciable y no se quería transmitir esa información que hacía alusión a ella. Drake se ofendía mucho de que los españoles le llamaran pirata. La primera historia de la piratería la hace Daniel Defoe, el autor de Robinson Crusoe. Queremos explicar la piratería desde el punto de vista del país que la sufrió. Y queremos explicar también el sistema defensivo que se instaló en América", dice González Díaz. La comisaria recalca el valor de otros documentos de la exposición, como los mapas, las capitulaciones de la pérdida de Jamaica o una patente de corso que permitía perseguir barcos piratas.
"El corsario isabelino del siglo XVI no tiene nada que ver con el filibustero del siglo XVII. Se les ha metido en un saco común y no tienen nada que ver. La piratería es un tema que da mucho más de sí que las películas. Se ha creado un mito. La realidad fue mucho más dura y difícil de lo que muestran los libros infantiles", concluye González Díaz.
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