Genio Cazorla, goleador Capdevila

Más de mes y medio, para ser concisos 54 días, llevaba Cazorla sin sentirse futbolista, aquejado de una dolorosa hernia discal. Dos minutos le bastaron ayer, tras ingresar en el terreno de juego, para olvidar sus penas, para darse un homenaje, para olvidar sinsabores, para inventarse un gol de fábula que le hace sentir de nuevo importante, para dar empuje a un Villarreal que fue mejor que el Getafe en igualdad y en inferioridad numérica. Se enfrentaban dos equipos exquisitos que se vieron en inesperadas trifulcas, desencajadas sus formas por un arbitraje nefasto del que salió beneficiado el Getafe. Transformó el Villarreal la ira en fútbol, para anestesiar a un Getafe desbordado por la pasión de un rival que cuenta con futbolistas ejemplares como Cazorla y Capdevila, autor el lateral del primer y el último gol del partido, el que daba al Villarreal una victoria para recordar.

Dos minutos llevaba Cazorla en el campo, tras 54 días de baja, cuando logró un golazo

No hay máscaras ni funestas intenciones en equipos como el Villarreal y Getafe, muy capaces a partir del centro del campo hacia delante, cuestionables cuando no tienen el balón en los pies y deben defenderse. A los tres minutos se adelantaba el Getafe en el marcador. Un buen centro de Gavilán desde la izquierda, lo mejoró desafortunadamente Marcano con un ligero despeje y Pedro León lo convirtió en una bella postal al empalar a gol con potencia, precisión y plasticidad. Entre los centrocampistas exquisitos que abundan en el fútbol español está Pedro León, cuyo pie derecho es un guante. Algo parecido a lo que fue Michel, al que Pirès tanto idolatraba, en su etapa de futbolista. Ahora, en el banquillo del Getafe, le complacerá contar en sus filas con el jugador murciano.

Si Pedro León dibujó un disparo perfecto, a Soldado, trigoleador en la jornada anterior, se le encogió la portería y agrandó la figura de Diego López cuando se quedó solo frente al portero lucense, con tiempo y espacio para apuntar y disparar con garantía y acierto. No encontró portería, para alivio del Villarreal que poco después encontró el empate. Como tantas otras ocasiones al rescate acudió Capdevila, con ojo clínico para situarse en el ataque y ver portería con más frecuencia de lo que corresponde a un defensa. Por algo no tiene rival en su puesto en la selección española. El lateral catalán no se cortó y disparó con su pierna derecha esquinado y desde el borde del área. Y marcó estando en el sitio adecuado el gol de la remontada.

Se tensionó el encuentro con la igualada, decantado más hacia el lado amarillo, sin perder de vista la portería de Diego López el Getafe, que agradeció la miopía del árbitro. Egoístas ellos, pocos delanteros hay en el mundo que, a cinco metros de la portería y en franca disposición de rematar simulen un penalti. Necesitado de goles que acrediten su fama, Nilmar resultó arrollado por Boateng cuando se disponía a rematar en el área pequeña de Ustari. Sí que vio Ramírez Domínguez penalti en un tropiezo de Cani con Casquero. En la acción el aragonés resultó expulsado a los cinco minutos de la segunda mitad. Transformaba la pena máxima Soldado y los ánimos de los locales acabaron por encenderse cuando una caída de Ángel dentro del área azulona tras una entrada de Rafa no fue considerada punible.

Confundido quedó el Villarreal, que no se creía merecedor de lo que estaba aconteciendo, no resignado a la suerte. Echó mano del carácter del que tantas veces se ha dicho que adolece. Y Valverde recurrió a su chistera, Cazorla dijo abracadabra y se inventó un gol de dibujos animados. Volvía a jugar tras 54 días parado. Dos minutos llevaba en el terreno de juego el genio.