Cierre de filas en la policía

El jefe superior de la Policía en Andalucía Occidental, Enrique Álvarez Riestra, ha defendido ante la juez a los tres mandos imputados por el robo de 154 kilos de cocaína y heroína de los calabozos de la Jefatura de Sevilla. Álvarez Riestra resalta en un escrito las 18 minutas y notas informativas que aportaron el ex jefe y los dos inspectores de la Unidad Contra la Delincuencia y el Crimen Organizado (Udyco) de Sevilla durante los 15 meses de ardua investigación hasta la detención del agente en excedencia, Lars Sepúlveda, y dos cómplices como supuestos autores del robo.

Todas las comunicaciones están basadas en el trabajo de campo con confidentes, el análisis del trabajo interno y las sospechas e indicios contra Sepúlveda y su amigo Manuel Alonso Lolo, que los mandos y agentes de la Jefatura canalizaron hacia los funcionarios de la brigada de Asuntos Internos, al mando de la investigación para esclarecer el robo.

Riestra: "La Udyco no realizaba una investigación paralela"

La juez Ana Escribano había pedido al jefe de la UCOT (número dos de la Jefatura y enlace con Asuntos Internos) y a Álvarez Riestra que aclararan las comunicaciones de los agentes, y este último hace una abierta defensa de ellos. "La Udyco no realizaba ninguna investigación paralela (...) Desde que la Autoridad Judicial ordenó la no participación de funcionarios adscritos a la Udyco se han abstenido de ello" puntualiza el oficio policial. Debido al veto que se impuso a la Udyco, ciertas gestiones fueron encomendadas al Greco de Jerez, al Grupo de Atracos y al Grupo VII contra el Tráfico Mediano de Drogas.

La defensa del jefe superior de los tres mandos imputados por encubrimiento tiene especial relevancia, ya que Asuntos Internos sostiene que entorpecieron su investigación. "Se ha detectado la realización de diversas maniobras de ocultación que, sin lugar a dudas, han disimulado la realidad de los hechos", apuntaba un informe de la investigación. Además, Asuntos Internos acusa a los mandos de conocer el robo antes de junio de 2008, cuando trascendió el escándalo, intentar ocultarlo, y no comunicarlo a la autoridad judicial. Por si fuera poco, al ex jefe de la Udyco le acusan de estar vinculado y favorecer al clan de narcotraficantes los Barriga, acusaciones que los mandos rebatieron en sus declaraciones. Sólo uno de los jefes de grupo reconoció en una ocasión que pidió la destrucción de un alijo pese a saber que la droga había sido alterada.

Pero este sólido apoyo de Álvarez Riestra a los mandos imputados frente a la juez no ha sido constante a lo largo de la prolongada investigación, durante la que la Udyco atravesó su peor calvario, ya que toda la unidad estuvo en tela de juicio. "Lo único que puedo reprochar al jefe superior es que no haya dado la cara por los jefes de Udyco", declaró uno de los mandos imputados en su comparecencia ante la juez.

En el informe, Álvarez Riestra confirma asimismo la existencia de dos llaves maestras de los calabozos. Una de ellas en posesión de la Udyco y otra a disposición de cualquier funcionario: "La persona que necesitaba acceder al recinto la solicitaba al funcionario en funciones de seguridad, inicialmente no se identificaba al que la pedía, posteriormente se ha habilitado un libro en el que se refleja el solicitante".

La tensión acumulada desde que se inició la investigación sobre el robo ha derivado en una crisis en la policía sevillana. Mientras la Udyco ha sido descabezada por las imputaciones y sus jefes trasladados a la Brigada de Seguridad Ciudadana, el jefe del Grupo VII ha sido acusado por una escasa vigilancia y custodia de un alijo de 11.000 kilos de hachís, así como un agente que ha sido vinculado a un clan de narcotraficantes.