Ojo con el chile habanero

El director barcelonés Javier Ruiz Caldera, que ayer estrenó su filme Spanish movie, ha tenido la suerte de ir a México seis o siete veces.

Menuda fijación.

Tengo muchos amigos allí y me encanta México. La última vez estuve en una boda en Tulum.

Visitaría las ruinas mayas.

Son impresionantes. Además, tienen su punto cinéfilo: es donde rodó Robert Rodríguez la secuencia final de Planet Terror. Pero lo que más me marcó en ese viaje fue una experiencia cercana a la muerte.

Me tiene en ascuas.

Fui a bucear al impresionante arrecife que hay frente a la costa. Cuando llevaba descendidos 10 o 15 metros me empecé a marear y perdí la consciencia. No recuerdo nada hasta estar ya fuera del agua.

¿Qué fue lo que pasó?

Resulta que mi bombona apenas tenía oxígeno. Menos mal que el guía se dio cuenta y me sacó a la superficie. Pero sin despresurizar, por lo que estuve dos días con una fiebre altísima. Los que buceen que lo hagan siempre con empresas con todos los papeles en regla, no como hice yo en esa ocasión.

¿El resto de viajes han sido tan accidentados?

Para nada. En México DF disfruto como un enano. Me encanta pasear por el barrio de Coyoacán, la casa de Frida Kahlo es una maravilla, o por el mercadillo de El Chopo, en colonia Guerrero, donde semueven las tribus rockeras. Y me encanta comer y cenar en La Bipolar, un restaurante que luego se convierte en disco, y en Contramar, donde ponen las mejores tostadas de atún del mundo.

Está hecho usted un gourmet.

Me encanta la comida mexicana: las tortas, el pescado empapelado de las bahías de Chacahua...

¿Chacahua?

Es un lugar remoto del Estado de Oaxaca al que sólo se llega en lancha. Sus habitantes son de raza negra (descendientes de esclavos que se fugaron y recalaron ahí). El sitio es un conjunto de cabañas junto almar y un restaurante donde sirven el pescado empapelado. Envuelven pescado, patata, cilantro y chile en papel de aluminio y lo ponen al fuego. ¡Buenísimo!

¿Algún problema con el chile?

Lo suelo tolerar, aunque una vez probé el chile habanero y perdí el gusto durante un día. Pero he visto cosas peores: un amigo comió carne con no sé qué chile en Chiapas, y a los pocos días le tuvimos que llevar a urgencias por culpa de las hemorroides.

Más información en la Guía de México