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El pianista Alexander Yakovlev se hace con el Cidade de Ferrol

52 intérpretes de 17 países compitieron por el premio

"Es un fuera de serie". Su fama le precedía en el patio de butacas incluso antes de sentarse al piano. Niño prodigio, concertista precoz y coleccionista de premios, Alexander Yakovlev (Rusia, 1981) conquistó al público y se metió al jurado en el bolsillo con su apasionada interpretación del concierto número 3 op 26 en Do mayor de su compatriota, el compositor Sergei Prokofiev. Con una delicadeza extrema, a ratos desesperada y electrizante, el pianista ruso arrancó los aplausos más enérgicos en un teatro Jofre repleto hasta la bandera, capaz de guardar un silencio sepulcral durante más de dos horas de concurso. Yakovlev se enfrentó con los otros dos finalistas, Daniil Tsvetkov (Kazajistán, 1984), que se decantó por Tchaikovski, y la joven italiana Viviana Pía Lasaracina, de 21 años, que quedó tercera y se distinguió como la mejor interprete de música española.

La decisión de declarar desierta la anterior edición tuvo un efecto llamada

Tan jóvenes como talentosos, los tres finalistas fueron el máximo exponente del "altísimo nivel" alcanzado en la XXIII edición del premio internacional de piano Cidade de Ferrol, que se disputó en la noche del sábado, con más de 30.000 euros en premios. En el 2008, el certamen quedó desierto. El jurado consideró que ninguno de los 27 participantes daba la talla.

El eco de esta controvertida decisión traspasó fronteras y tuvo un efecto llamada. Este año, se han batido récords de participación. Se inscribieron 57 concursantes, y participaron 52 de 17 países llegados desde Armenia, Serbia, Letonia, Rusia, Japón, China, Corea del Norte y del Sur, Canadá, Estados Unidos, Brasil, Argentina, Chile, Francia, Alemania, Italia o España. Así, hasta sumar 17 nacionalidades distintas. Los asiáticos eran mayoría, seguidos de cerca por Rusia, que aportó 11 concursantes.

Entre los nueve españoles, dos gallegos: Saúl Chapela y Javier Otero, ganador del premio Gregorio Baudot al mejor intérprete gallego. Algunos debutaron en el concurso, otros se presentaban por segunda vez. Casi todos son melómanos confesos nacidos en la década de los ochenta e incondicionales de Bach, Chopin, Mozart, Liszt o Brahms. Ante el piano, todos hablan el mismo idioma.

El camino del piano es largo, explica Narciso Pillo, director de la banda ferrolana. Más de una década de estudio y millones de horas de trabajo disciplinado ante el piano, que son rentables sólo para unos pocos que consiguen vivir profesionalmente de concursos y conciertos "con cierta holgura".

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La italiana Viviana Pía Lasaracina, durante su interpretación en el concurso.
La italiana Viviana Pía Lasaracina, durante su interpretación en el concurso.GABRIEL TIZÓN

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