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Crónica:ZARAGOZA 0 - OSASUNA 1 | 12ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

No hay fútbol, gana Osasuna

Cómodo en el fango, el equipo 'rojillo' bate a un Zaragoza estéril

Jordi Quixano

Duelo intenso, fútbol nulo. Enfrentados por la proximidad geográfica, Zaragoza y Osasuna acumulan tantas rencillas como ayer botas torcidas. Plagado de bajas, escudado en el balonazo y escaso de fútbol, el duelo lo resolvió Osasuna, que atendió a la conexión iraní en una jugada de estrategia.

Hay detalles que expresan el DNI de los equipos: Zaragoza y Osasuna prefieren un papel secundario, un fútbol farragoso, poco estético y, de paso, nada fructífero. La propuesta pasaba por llegar al marco rival de cualquier manera y tirar de chiripa, si acaso. En las faltas a mitad de campo, por ejemplo, optaron por soltar un patadón. No se jugaba en corto con la idea de mezclar y construir una jugada, sino que se remitían a colgar la pelota, como si al partido siempre le quedara un suspiro y el marcador lo tuvieran en contra. Osasuna, sin embargo, tiene mejor pie, más ingenio y bandas.

ZARAGOZA 0 - OSASUNA 1

Zaragoza: López Vallejo; Pulido (Ewerthon, m. 46), Goni, Ayala, Babic; Gabi, Ponzio; Ander, Aguilar, Jorge López (Pennant, m. 60); y Lafita. No utilizados: Carrizo; Pablo Amo, Laguardia, Pavón y Alex Sánchez.

Osasuna: Ricardo; Azpilicueta, Sergio, Josetxo, Oier; Juanfran (Calleja, m. 71), Rúper, Nekounam, Masoud (Vadocz, m. 84); Camuñas; y Aranda (Galán, m. 88). No utilizados: Roberto; Roversio, Jokin y Dady.

Gol: 0-1. M. 27. Masoud lanza una falta lateral y Nekounam cabecea.

Árbitro: Delgado Ferreiro. Amonestó a Goni, Pulido, Jorge López, Azpilicueta, Oier, Ponzio, Gabi y Ander.

Unos 25.000 espectadores en el estadio de La Romareda.

Juanfran no se lo piensa dos veces: encara y centra. Por la izquierda jugó Masoud, que corrió hacia dentro para que Camuñas rompiera por el carril, arma útil porque a los centrales del Zaragoza se les resisten los desplazamientos laterales. Pero Aranda por dos veces y Juanfran en otra no estuvieron finos en la definición.

En el área opuesta, condicionó en exceso la ausencia de un ariete -lesionados Arizmendi y Uche y con Ewerthon medio griposo, Lafita actuó de inicio de boya-, de una referencia que bajara balones y permitiera las llegadas desde la segunda línea. Sólo Ander y Jorge López, dos oasis, trataron de rasear el balón. Pero tampoco funcionó, a excepción de un remate al palo de Aguilar.

Sin más armas ni voluntad, el juego se decidió a balón parado. Sacó Masoud al vértice del área pequeña y remató Nekounam, picado y a contrapié. Suficiente para batir al Zaragoza, que apretó los dientes, pero siempre falló en el remache.

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