"El actual sistema por derechos históricos deslegitima las ayudas"

La consejera de Agricultura y Pesca, Clara Aguilera (Granada, 1964), no da abasto para atajar todos los frentes abiertos en el campo andaluz. Y en el horizonte más cercano otra amenaza: el final de las ayudas europeas.

Pregunta. No es nada usual que un político, y usted lo ha hecho en los últimos días, respalde las protestas de los agricultores.

Respuesta. Sí, es algo atípico. Lo hago porque la razón sólo tiene un camino, es una verdad objetiva que se está produciendo una pérdida de renta de los agricultores, tienen unos precios en origen muy alejados de lo que pagan los consumidores y eso es una situación dura y difícil, añadida a la crisis económica y financiera global. No reconocerlo sería estar sorda, ciega y, desde luego, no es mi intención. Y si tengo que alzar la voz ante determinadas administraciones lo seguiré haciendo.

"No reconocer la crisis del campo sería estar sorda y ciega"

"No me ha gustado el papel de las cajas en SOS, hace falta un gran grupo andaluz"

"Vamos a trabajar para tener las mismas ayudas a partir de 2013"

P. ¿Cuáles son los problemas de fondo del sector agrario?

R. En primer lugar, hay una globalización importante que está afectando a todos los sectores económicos, entre ellos el agrícola. A partir de ahí, la última reforma de 2003 de la Política Agraria Comunitaria (PAC) lanzó al mercado al sector agropecuario al quitar los mecanismos de intervención, pero ese mercado sufre cada vez más vaivenes. Si a eso le añadimos que en toda la cadena de valor -producción, industria, gran distribución y consumidor- hay un peso cada vez más excesivo de la gran distribución, eso está provocando distorsiones en la cadena y está haciendo que los dos eslabones que debiera proteger la PAC, como son el agricultor y el consumidor, estén desprotegidos. Por eso creo que hay que reorientar la PAC hacia los criterios de la soberanía y el autoabastecimiento alimentario, y los organismos internacionales deben poner unas reglas de juego similares.

P. ¿Y qué está haciendo Andalucía en ese sentido?

R. Hay situaciones que se han denunciado como que se pueden estar produciendo ventas por debajo de costes, y eso es ilegal. Vamos a intentar que no suceda. La Agencia Andaluza de la Competencia debe enfocarse, sobre todo, a impedir la venta a pérdidas.

P. Pero habrá otros males más cercanos.

R. Sí. Tenemos un sector muy atomizado. Sólo en el olivar tenemos 800 almazaras y más de 200 entamadoras. No podemos seguir así, no podemos tener 800 operadores ofertando aceite y sólo cuatro o cinco comprando, y no puede haber una o dos cooperativas por cada pueblo. Tiene que haber una integración empresarial cooperativa importante y esa va a ser una medida básica de la consejería, porque si no la pérdida de valor añadido será importante.

P. Andalucía recibe más de 1.500 millones al año en ayudas agrarias de la UE y para 2013 se anuncia su fin. ¿Se teme lo peor?

R. A partir de 2013 Andalucía deja de ser región objetivo 1 y eso no es malo, es porque hemos progresado y no es la Andalucía de hace 25 años. Se perderán fondos europeos sobre todo en equipamientos e infraestructuras. Pero en cuanto a la agricultura vamos a trabajar para que siga teniendo al menos el presupuesto actual. Hemos conocido a través de una filtración de la propia Comisión cómo se intenta promover una desviación del presupuesto de la PAC (en torno al 44% del presupuesto comunitario) hacia otros sectores. Nosotros vamos a trabajar para que esto no sea así porque Andalucía representa el 25% del sector primario en España.

P. La presidencia española de la UE en el primer semestre de 2010 es una buena oportunidad para ello, ¿no?

R. Sin duda. La Junta está cerrando un documento de posicionamiento ante la PAC y lo que queremos es que el presidente Zapatero aproveche la presidencia de la UE para marcar una senda hacia los intereses españoles y andaluces. Hay países, como Reino Unido, Alemania o Francia, que quieren implantar una política neoliberal y creen que la PAC debe renacionalizarse, lo que significa que no se haría política de cohesión territorial. Eso sería una vuelta atrás en la UE.

P. ¿Pero usted puede garantizar que Andalucía no perderá fondos europeos para la agricultura?

R. Vamos a trabajar para que esto no sea así, pero no puedo garantizarlo.

P. No se entiende muy bien que apenas un 1% de los agricultores perciba el 20% de los fondos europeos.

R. Hacer una normativa específica que establezca una modulación de las ayudas en Andalucía es difícil. Es verdad que el actual sistema, por derechos históricos, produce deslegitimidad de las ayudas. A los agricultores no les gusta ese sistema, fue una reforma nefasta de 2003. Habría que tener en cuenta factores de creación de empleo, riqueza, innovación, pero eso debiera hacerse desde la PAC.

P. ¿Le preocupa que la agricultora pierda protagonismo en el nuevo modelo de desarrollo sostenible?

R. No podemos contemplar, ni en España ni en Andalucía, un nuevo modelo de desarrollo sostenible sin tener en cuenta el papel fundamental de la agricultura como sector económico en muchos pueblos. La diversificación económica es muy importante para el mantenimiento de la población rural, pero no nos engañemos, no puede haber desarrollo sostenible rural sin un apoyo fuerte a la agricultura, la ganadería y la pesca, sería no ver la realidad de nuestros pueblos.

P. Los olivareros culpan de la caída de los precios a la especulación de los grandes grupos, caso de SOS, donde están las cajas, ¿cómo valora su papel?

R. No me ha gustado el papel que han jugado las cajas dentro de SOS. Espero que todo lo que el grupo SOS haga en el futuro respecto a sus marcas, que tienen un gran valor comercial, sea continuar en grupos andaluces y en un peso considerable, bien con las cajas o con empresas andaluzas. El Gobierno andaluz le ha ofrecido toda la colaboración para apostar por el futuro de SOS, para que el peso y la influencia de Andalucía no se pierda.