"No creo que el Consell esté paralizado"

Antonio Clemente (Valencia, 1955) ha tenido un torrente de emociones en las últimas semanas. Fue elegido secretario general del PP en medio de una de las peores convulsiones de los populares valencianos. Y tan sólo unas horas antes de que falleciese su padre aquejado de una larga enfermedad. Luchador, paciente y buen conocedor de los medios de comunicación, este farmacéutico lleva en el Parlamento valenciano desde septiembre de 1995. Ocupaba hasta hace un mes la vicepresidencia de la Mesa de las Cortes pero que Camps tuvo que recurrir a él en plena crisis interna guiado por dos razones: su lealtad y su capacidad de diálogo. Por ahora, la prudencia y el argumentario del partido presiden sus actuaciones.

"Costa fue suspendido por la forma de sus declaraciones"

"No quiero plantear ya la campaña electoral porque no se entendería"

"En ayuntamientos donde el PSPV lleva años hay más sombras que luces"

Pregunta. La secretaría general del PP concentra menos poder que en la etapa anterior ¿Es el número dos del PP o tan sólo el referente de una dirección colegiada?

Respuesta. Llevo cuatro semanas como secretario general del PPCV y creo que con esta nueva estructura, aprobada en el último Comité Ejecutivo, la figura de la secretaría general no queda desdibujada. Queda más nítida de lo que estaba, aunque se hace una apuesta de equipo ya que se incorpora un vicesecretario, un coordinador general y dos consejeros: el portavoz Rafael Blasco y el encargado de coordinar gobierno y partido, Juan Cotino. Es una estructura más participativa.

P. Su antecesor Ricardo Costa hizo una comparecencia pública, en medio del escándalo de la supuesta financiación irregular del PP, donde aseguró que sólo cumplía con lo que le mandaban Francisco Camps y Mariano Rajoy. ¿Tiene mayor margen de autonomía que él?

R. Soy el número dos del PP en la Comunidad Valenciana, pero aquí hay un número uno indiscutible que es el presidente Camps y yo, desde luego, soy una persona absolutamente leal y disciplinada. Aunque no es sólo una cuestión de disciplina, sino de compartir los principios del PP y cómo se están haciendo las cosas.

P. Usted fue elegido en el Comité Ejecutivo Regional del PP con el voto en contra de los representantes de la dirección provincial de Alicante, que preside José Joaquín Ripoll. ¿Cree que será posible cerrar la brecha con Alicante?

R. La política es la ciencia de lo posible. Soy una persona dialogante y voy a intentar que si hay alguna diferencia, que ésta quede aparcada. Que votasen en contra de mi elección tiene la importancia que tiene, pero eso no va a condicionar nuestras futuras relaciones.

P. Los tres presidentes provinciales han asumido un mayor protagonismo en los últimos meses. ¿Han forzado que la nueva dirección regional tenga un carácter más colegiado que la de la etapa anterior?

R. Creo que no. El presidente regional, Francisco Camps, consultó con ellos, pero la propuesta de nueva dirección fue suya y la ratificó el 98% del Comité Ejecutivo.

P. Ha anunciado un encuentro de los tres presidentes provinciales con Camps. ¿Qué agenda habrá en ese encuentro?

R. No hay nada concreto. Forma parte de la normalidad que reina dentro del PP.

P. ¿Pero para hablar de qué?

R. Creo que hay muchas cosas que hablar. No quiero plantear ya la campaña electoral, porque pienso que los ciudadanos no lo entenderían, pero sí que tenemos la responsabilidad de escuchar los problemas que tienen los ciudadanos e intentar atenderlos. Apuesto por un PP más próximo a los ciudadanos y por una maquinaria que esté siempre engrasada.

P. Ricardo Costa ha sido suspendido de militancia, pero todavía no se ha dicho claramente por qué ha sido suspendido de militancia.

R. Costa fue suspendido cautelarmente de militancia, hasta donde yo sé, no tanto por el fondo de sus declaraciones, sino por la forma en que se hicieron. Por esto el Comité de Derechos y Garantías del PP nacional decidió suspenderlo de militancia de manera cautelar. Yo, desde luego, respeto esa decisión.

P. Si el Tribunal Supremo reabre la causa por cohecho pasivo impropio (por recibir trajes regalados por empresas de la trama corrupta que dirigía Francisco Correa) contra el presidente de la Generalitat ¿está el PP ya preparado para hacer frente a la situación?

R. Creo que eso no se va a producir. El auto del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana es suficientemente claro. Exculpa de cualquier tipo de responsabilidad tanto al presidente como a las otras tres personas que estaban en el sumario [Ricardo Costa, el ex vicepresidente Víctor Campos y el ex jefe de gabinete de la Consejería de Turismo Rafael Betoret] y no tengo por qué pensar que vaya a haber ningún cambio en la opinión de los jueces.

P. En los últimos tiempos, el discurso del PP se ha vuelto más confuso. Vaivenes en la política de cajas, discrepancias sobre grandes proyectos como Mundo Ilusión, malentendidos sobre Sitel... ¿Se han convertido en su propia oposición?

R. No, en absoluto. El PPCV pertenece a un partido nacional con aspiraciones de gobernar un día España. El PPCV respalda absolutamente a Mariano Rajoy para que sea presidente del Gobierno, igual que estoy convencido de que Rajoy respalda al presidente Camps.

P. ¿Usted es de los que piensa que el Consell está paralizado?

R. No creo que el Consell esté paralizado. A lo mejor no está llegando adecuadamente la intensa actividad que están realizando los consejeros, y desde luego cada uno tiene sus responsabilidades. Pienso que el partido tiene que estar en contacto constante con todos los sectores y que no se puede hacer como hace el PSOE, que sólo se acerca a empresarios y sindicatos cada cuatro años.

P. En la nueva estructura de la dirección regional del PP hay un coordinador de las políticas del Consell con el partido, que es el vicepresidente tercero, Juan Cotino. ¿Qué se ha hecho en esa parcela?

R. Eso se lo tendría que preguntar a Cotino, pero la idea es que exista una mayor coordinación entre el partido y el gobierno en general.

P. ¿Cree que es necesario un cambio en el Consell?

R. Creo que el Gobierno del presidente Camps está funcionando perfectamente. No preveo ningún cambio, ni de estructura ni de personas.

P. Usted afirmó que el PP iba a sacar a la luz supuestas corrupciones vinculadas al PSPV. ¿A qué se refería?

R. Se han publicado supuestas irregularidades en ayuntamientos socialistas, como los de Gandia, Quart o Benicàssim, pero no es que vayamos a investigarlo. Es que en algunos ayuntamientos donde el PSPV lleva gobernando muchos años, desgraciadamente en su gestión hay más sombras que luces.

P. Mariano Rajoy ha propuesto un pacto contra la corrupción. ¿Se van a poner en marcha esas medidas en la Generalitat?

R. El Grupo Popular ya ha anunciado una modificación del reglamento para que exista la máxima transparencia en cuanto a los ingresos y el patrimonio de los cargos electos. Estudiaremos también la posibilidad de que esta medida se amplíe a miembros de la Administración.

P. ¿Y va a instar al Consell a aplicar el resto de las medidas de Rajoy?

R. El PP va a trabajar en todo momento para que exista la máxima transparencia dentro del propio partido, de sus cargos y del Gobierno, como no puede ser de otra manera. Lo que no acabo de entender es por qué el Partido Socialista, que aprovecha cualquier ocasión para hablar de transparencia, se ha negado a la comisión de investigación de las cuentas de los partidos políticos con representación parlamentaria. Es una absoluta contradicción y una incoherencia más a las que nos tienen acostumbrados. Además, el PSPV ha retirado las declaraciones de bienes de los diputados socialistas de su página web. Algo que llama poderosamente la atención.

P. ¿Piensa tomar alguna medida respecto a cargos imputados, como el presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra?

R. Como presidente provincial del PP y de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra está haciendo las cosas magníficamente. Creo que no procede tomar ninguna medida.

P. Aparte de preparar al PP para las elecciones ¿qué iniciativas piensa impulsar?

R. Vamos a acercarnos a los ciudadanos para recoger sus quejas e intentar plasmarlas en un programa electoral que hable de lo que preocupa a la gente.