Mutis, en su gabinete botánico

Insigne botánico, gran matemático, sacerdote, viajero, lingüista incipiente, comerciante de éxito... Pero desconocido para la mayoría. Y eso que muchos españoles guardan en su memoria la imagen de José Celestino Mutis, aunque de primeras no caigan, porque su figura, en color rojo, ha corrido de mano en mano durante años. Así, su busto decoró los antiguos billetes de 2.000 pesetas. Incluso muchos colombianos asocian su cara al dinero, hasta 1992 ilustró el billete de 200 pesos. Otra cosa es cuántos saben que el brillante botánico gaditano se convirtió en el siglo XVIII en uno de los científicos más reconocidos de su época. Hasta el sueco Linneo, creador de las bases de la taxonomía moderna, le dedicó en vida un género de plantas, al que puso el nombre de Mutisia.

"Mutis se hizo sacerdote para protegerse", dice Puig-Samper

Eiximenis intentó impulsar la teología entre los laicos

La Universitat de València inauguró ayer en la sede de La Nau la exposición Mutis al natural, ciencia y arte en el nuevo reino de Granada, una muestra organizada con motivo del 200º aniversario de la muerte de Mutis (Cádiz, 1732-Santa Fe de Bogotá, 1808) por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Científicas (SECC), el Real Jardín Botánico de Madrid, la Universitat y la Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior (Seacex) en colaboración con el Museo Nacional de Colombia. La exposición casi recrea un gabinete científico ya que en ella se pueden ver instrumentales similares a los que utilizó, así como un resumen de su vida y de sus trabajos más relevantes.

Allí se relata su formación en una entonces ilustrada Cádiz, ciudad de gran importancia comercial, militar e intelectual. También describe su paso por Madrid, donde fue profesor en la cátedra de Anatomía del hospital General. Y narra su viaje a América, que en principio ideó con retorno y como manera de promocionarse en la Villa y Corte. Pero finalmente se instaló en el Nuevo Reino de Granada (actual Colombia). Miguel Ángel Puig-Samper, profesor del CSIC y comisario de la muestra junto con el colombiano José Antonio Amaya, explicó ayer que Mutis fracasó allí con el comerció del té colombiano, intentó la explotación de las minas de plata de El Sapo y al parecer se hizo rico con la comercialización de la quina de Santafé como "febrífugo". El experto incluso apuntó que Mutis, como buen científico y partidario de las perseguidas ideas copernicanas, "se hizo sacerdote para protegerse".

Pero sobre todo la muestra hace hincapié en la faceta artística de Mutis a la hora de clasificar las plantas del nuevo mundo. Sus láminas, que se muestran junto a varios ejemplos de su colección botánica (con más de 200 años de antigüedad), recrean la anatomía de unas plantas que en poco se parecían a las que la tradición botánica ya conocía. Incluso Alexander Von Humboldt, en su famosa expedición, se detuvo en su viaje para consultar a Mutis.

Al mismo tiempo que la exposición del botánico, la Universitat inauguró ayer otra muestra dedicada a Francesc Eiximenis (Girona, 1327-Perpiñán, 1409), en el 600º aniversario de su fallecimiento. La muestra Eiximenis i la seua obra ha sido organizada por la Universitat y la Acadèmia Valenciana de la Llengua, institución que este año ha declarado al poeta del siglo XIV Escriptor de l'Any.

La exposición recoge una colección de manuscritos e incunables del erudito catalán, también teólogo, que después de pasar por la Universidad de Tolosa completó su formación en las de Oxford y París. Sin embargo, fue en Valencia donde escribió sus textos más destacados. Al parecer su intención era estimular el estudio de la teología entre los laicos, y en su obra destacan los volúmenes escritos bajo el título de Lo Crestià. Por eso, entre las obras expuestas destaca esta junto a Pastorale, Rubriques de la vida de Jesuchrist, el Llibre dels àngels o el Llibre de les dones.