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Crónica:Undécima jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Athletic ofusca al Barça

El conjunto rojiblanco sólo concede media hora a los azulgrana, que en San Mamés ceden el liderato al Madrid

Los jugadores, a veces, no hablan por hablar. Dijeron los del Athletic en la semana previa que un empate no era malo ante un equipo como el Barça y salió al quite Caparrós reclamando la victoria como único objetivo. Algo sabían los jugadores cuando hablaron porque el técnico que clamaba por el orgullo de ganar planteó el partido más defensivo que se recuerda en San Mamés hace muchos años. El Barça no tiene esos debates espirituales entre sus asignaturas, en las que sólo cuenta ganar, más aún si el Madrid te roba el liderato un cuarto de hora antes de salir a San Mamés y una semana antes del gran clásico en el Camp Nou.

Por lo uno y por lo otro se quedó el Barça con el balón tras los cinco minutos rituales del comienzo, los de tanteo y adecuación a un campo recién regado que hizo culear a rojiblancos y azulgrana por el césped. A partir de ahí, la pelota era del invitado, mitad regalo del Athletic, mitad mérito del Barça, que encontró en Chigrinski su conductor más habitual, visto el tapón que sufrían Xavi y Keita, más habilitados para llegar al área por sorpresa. De las botas del ucranio salió el primer mejor pase de la noche, abriendo con precisión matemática un centro que cruzó toda la defensa para habilitar en el otro costado a Pedro, quien se enredó en regates magníficos, pero quizá excesivos. El segundo le correspondió a Messi, que solventó un cuerpeo con Amorebieta, una salida de Iraizoz, dos chicarrones, se giró, miró y centró con el interior a Xavi, que la envió fuera.

ATHLETIC 1 - BARCELONA 1

Athletic: Iraizoz; Iraola, Ustaritz, Amorebieta, Koikili; Susaeta, Javi Martínez, Orbaiz (Toquero, m. 56), Gurpegi; Yeste (Gabilondo, m. 73) y Llorente (De Marcos, m. 75). No utilizados: Armando; Castillo, Ion Vélez y San José.

Barcelona: Valdés; Alves, Piqué, Chigrinski, Maxwell; Xavi (Henry, m. 83), Busquets, Keita; Pedro, Messi (Bojan, m. 75) e Iniesta. No utilizados: Pinto; Fontás, Puyol, Dos Santos y Jeffren.

Goles: 0-1. M. 53. Xavi envía el balón en profundidad y Alves supera por bajo a Iraizoz. 1-1. M. 62. Llorente peina la pelota y Toquero, solo, salva la salida de Valdés.

Árbitro: Teixeira Vitienes. Amonestó a Keita y Javi Martínez.

Unos 35.000 espectadores en San Mamés.

Eran los minutos de gloria del Barça, media hora en la que tuvo San Mamés a sus pies, frente a un rival que condenó a Llorente a una batalla perdida sin ayudantes, sin colegas, a su suerte, aislado entre los hombres más fuertes del rival y vigilado por un árbitro excesivamente cuidadoso.

Pudo liquidar el partido el Barça en ese periodo, pero no lo hizo, permitiendo que la tela de araña presuntamente tejida por Caparrós empezara a cobrarse presas en el centro del campo blaugrana. Algo así como si se creyera que aquella historia era posible, aislando a Pedro e Iniesta y reduciendo a Xavi a un papel demasiado testimonial para su jerarquía. Dejó el Barça de tener el balón no tanto porque se lo quitara el trivote rojiblanco (Gurpegui-Martínez-Orbaiz) como porque, agobiado, lo perdía con una descostumbrada facilidad. Ahí comenzó a dudar el Barça de sí mismo, de su dibujo, sin un delantero centro clásico y con Messi un tanto adormecido tras un plantillazo involuntario de Amorebieta en la cara.

El gol de Alves parecía reconducir al partido a los orígenes, pero más que a la superioridad previsible lo llevó a la suficiencia del Barça, que aprovechó el futbolista impredecible, aquél al que no se sabía quién debía marcarlo, Toquero, recién salido, libre para buscar el balón. Lo halló en la jugada clásica del Athletic: saque del portero, peinada de Llorente y remate inteligente de Toquero ante el adormecimiento de Piqué y Alves, que sólo miraban el cuero. Quizá no habían advertido el cambio del Athletic.

Fueron los goles producto de dos jugadas magnificas, por precisas y distintas al mismo tiempo, reflejo de dos formas de jugar, de entender el fútbol, de asumir sus condiciones.

El mérito del Athletic estuvo en su capacidad para enrarecer el juego del Barça al amparo de una excelente condición física. Ahí brillaban jugadores grises, Martínez y la compaña, de una brega monumental, asfixiante, que condenaban al Barça a un asedio más visceral que inteligente. Que el Athletic soñaba con el empate se volvió a manifestar cuando marcó Toquero y la defensa rojiblanca se aculó junto a Iraizoz y los centrocampistas dieron dos pasos atrás.

Vuelta al principio, al asedio de un Barça herido con el resultado y consigo mismo, superior al rival, pero incapaz de sentirse a gusto con su forma de jugar. Lo intentaba Iniesta por su cuenta; con Messi, antes de lesionarse, y con un disparo de Xavi, pero la oleada era más aparente que real, sin llegar al área. Y se le fue el liderato al Barça en San Mamés en beneficio del Madrid en el peor momento, en su partido más incómodo.

Amorebieta y Ustaritz emparedan a Messi.
Amorebieta y Ustaritz emparedan a Messi.EFE

Messi, muy dudoso ante el Inter

Al Barcelona le aguardan dos partidos muy exigentes la próxima semana, el Inter en la Champions y el Madrid, y Pep Guardiola, su técnico, no dispondrá de la plantilla al completo. A las bajas de Abidal y Touré y posiblemente Márquez a causa de la gripe A se unió anoche la de Messi, aunque, por contra, se confía en que se recupere Ibrahimovic.

La Pulga abandonó la cancha vasca con una lesión en el aductor de la pierna izquierda. Hoy se le efectuarán las pruebas médicas pertinentes, pero el pronóstico es pesimista; sobre todo, con vistas al decisivo partido contra el conjunto milanés. La cara del argentino, que se aplicó hielo en la zona afectada, y fue consolado por Puyol en el banquillo, no auguraba de entrada nada bueno.

"La primera sensación no es muy buena", confirmó Guardiola; "me parece que costará que juegue. Estas cosas, en cualquier caso, nos harán más fuertes si las superamos. Que nadie dude de que saldremos de ésta. ¿Qué podemos hacer ante esto? ¿No jugar contra el Inter? No".

A Guardiola sólo le preocupa la recuperación de sus jugadores. "No me inquieta nada", enfatizó respecto a haber cedido el liderato al Madrid justo antes del duelo entre ambos equipos en el Camp Nou.

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