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Tentaciones
EN PORTADA

1979, 'Annus horribilis' Punk

1979 terminó con el embriagador acelerón de London calling, pero comenzó horriblemente para la generación del punk rock británico. En libertad bajo fianza por el asesinato de su novia, Sid Vicious reventó el 2 de febrero en Nueva York, víctima de una heroína peligrosa comprada por su amantísima madre.

Sus ex compañeros intentaban acomodarse a un mundo sin Sex Pistols. Steve Jones y Paul Cook se hacían llamar The Professionals (pero no era verdad). Sólo John Lydon, antes Johnny Rotten, se atrevía a seguir explorando territorio virgen con Public Image: el grupo lanzó en diciembre de 1979 otra bestia impactante, Metal box 1, una lata de película cinematográfica con tres maxis, luego reunidos en un doble elepé. Junto con Gang of Four, abrían paso a un pos-punk de guitarras abrasivas y ritmos imperiosos.

Tampoco lo llevaban bien Siouxsie & The Banshees: en septiembre, nada más iniciada su gira por el Reino Unido, se marcharon —¡sin avisar!— su guitarrista y su baterista; fueron reemplazados sobre la marcha por Robert Smith, de The Cure, y Budgie, de The Slits, que se incorporaría definitivamente al grupo.

De alguna manera, se sentía que se agotaba el impulso de la Revolución del 77. Los Buzzcocks, la joya punk pop de Manchester, lo reconocían con el lanzamiento en noviembre de su recopilación, Singles-going steady. Los Damned, que se anticiparon discográficamente a los Pistols, ya se habían separado y vuelto a juntar, tras descubrir que no hay nada tan valioso como una marca memorable. Los Stranglers, odiados por la élite londinense del punk, pero identificados mediáticamente con el movimiento, tenían problemas: su cantante, Hugh Cornwell, era detenido con demasiadas sustancias ilegales y pasaría tres meses encarcelado al año siguiente.

Los preceptos del punk rock quizá no fueron seguidos por sus cabecillas, que en su mayoría optaron por firmar con multinacionales. Pero la idea del "do it yourself" [hazlo tú mismo] prendió en territorios musicales inesperados. Los muchachos de los sintetizadores, carentes del espíritu gamberro de los punkis, se presentaban en directo como alienígenas hieráticos y arrogantes.

The Human League, desde Sheffield, lanzaba en 1979 su primer disco largo, Reproduction. Soft Cell debutaba ese año en el Politécnico de Leeds. Gary Numan, al frente de Tubeaway Army, conseguía su primer número uno: Are friends electric? Pero faltaban unos meses para que el tecno-pop fuera un tsunami: en Basildon, los futuros Depeche Mode todavía tocaban guitarras. n

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