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Los árabes suníes paralizan el proceso electoral en Irak

El bloqueo amenaza el calendario de retirada de EE UU

Ángeles Espinosa

Uno de los dos vicepresidentes de Irak, el árabe suní Tareq al Hashemi, vetó ayer la nueva ley electoral a causa del escaso número de escaños que reserva para los exiliados por las luchas sectarias de los años pasados. Su decisión ha desatado una tormenta política. El primer ministro, Nuri al Maliki, le acusa de poner en peligro la democracia. La Comisión Electoral ha paralizado sus trabajos y cuestionado que las elecciones puedan celebrarse entre el 18 y el 23 de enero. Un retraso que afectaría al calendario de retirada estadounidense.

"No he vetado toda la ley, sólo su primer artículo, para ser justos con los iraquíes que viven fuera", declaró Al Hashemi en una conferencia de prensa. La ley, aprobada el 8 de noviembre, establece que un 5% de los 323 escaños de la nueva Cámara se reserven a las minorías y a los iraquíes que tuvieron que abandonar sus casas por la violencia, pero no detalla cómo estarán representados quienes viven en el extranjero. Al Hashemi propone que se amplíe al 15%, o 48 escaños.

De acuerdo con las últimas cifras del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, 1,9 millones de iraquíes han abandonado su país. La mayoría son, como Al Hashemi, árabes suníes. Esta comunidad, que durante décadas controló Irak a pesar de constituir un 20% de la población, se sintió marginada tras el derrocamiento de Sadam Husein y el acceso al poder de la mayoría chií. De hecho, boicotearon las primeras elecciones en 2005.

Al Hashemi insistió en que su veto no tenía por qué retrasar las elecciones, que según la Constitución deben celebrarse antes de que concluya enero. La Comisión Electoral, que ya se había quejado de poco tiempo para organizar los comicios, anunció que suspendía sus actividades hasta que se ratifique la ley. Ahora los diputados deben discutir de nuevo el texto. Los kurdos, que quieren más escaños y han amenazado con boicotear el proceso, podrían aprovechar para reabrir el debate que se cerró con dificultad, tras semanas de negociaciones.

"Representa una amenaza peligrosa para el proceso político y la democracia", advirtió Al Maliki. El primer ministro pidió al Parlamento que "convoque una sesión urgente para reafirmar su decisión de celebrar las elecciones a tiempo". De acuerdo con la Constitución, las leyes deben ser ratificadas por el triunvirato presidencial de forma consensuada.

Un retraso electoral desbarataría el calendario de retirada de los soldados estadounidenses. Según los responsables militares, la reducción de tropas de combate se iniciará 60 días después de los comicios, con el objetivo de haber concluido para finales de agosto. Este repliegue será el preludio para la retirada total de fuerzas prevista para finales de 2011.

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El general Ray Odierno, jefe de las fuerzas de EE UU en Irak, quitó hierro al asunto y dijo que aún hay tiempo para ajustar la ley y celebrar las elecciones en enero.

El general Ray Odierno, jefe de las fuerzas estadounidenses en Irak, ayer en Bagdad.
El general Ray Odierno, jefe de las fuerzas estadounidenses en Irak, ayer en Bagdad.AFP

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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