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Caixa Catalunya y sus socias cerrarán el 42% de sus oficinas en el resto de España

Los sindicatos convocan una protesta contra el recorte de 1.800 empleos

La caja resultante de la fusión de las de Catalunya, Tarragona y Manresa será más catalana que ahora. O mejor dicho, menos española: el proceso de integración de las tres entidades financieras comportará una disminución sustancial de la presencia de oficinas fuera de Cataluña, que se verá recortada nada menos que en un 42% respecto de la actual.

Es el escenario con el que trabajan las tres cajas. Hoy, las tres entidades suman 476 sucursales en otras comunidades autónomas, pero a esta cantidad se aplicará un recorte de 200 oficinas, según fuentes de la negociación. En total, las cajas acumulan 1.673 picas en el mapa español y quieren quedarse con 500 menos.

El recorte de la red comercial fuera de Cataluña afectará, en esencia, a Caixa Catalunya, que aporta 451 de las 476 sucursales que no están en la comunidad de origen. El movimiento, en la práctica, viene a desmontar buena parte del plan de expansión que la segunda caja catalana aceleró en 2005 para aumentar en un tercio su presencia en el resto de España. En estos últimos años, Caixa Catalunya ha abierto más de 130 sucursales en nuevos mercados.

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Las cajas catalanas proponen ahora prejubilaciones con un 80% del sueldo

La llamada "zona de expansión" se centra en las comunidades de Madrid, Valenciana y Andalucía, y en menor medida, en Canarias y Murcia. Es la zona que más sufrirá la tijera y, considerando el escaso solapamiento de redes en esas comunidades, esta estrategia sugiere que muchas de las nuevas oficinas de esta última hornada de expansión no han logrado ser demasiado rentables. Las direcciones de las cajas son conscientes de que lograr la rentabilidad requiere trabajar un tiempo sobre el terreno, pero en la actual crisis la búsqueda de la máxima eficiencia ocupa un lugar preeminente y no están por darles demasiado tiempo a las oficinas.

Distintas fuentes sindicales de CC OO y del SEC, sin embargo, consideran un "error estratégico" este repliegue parcial que dejará una "herida comercial" difícil de cerrar en estos nuevos mercados. Además subrayan el golpe que supone para numerosos empleados que fueron fichados de otras entidades y que hicieron una apuesta personal por una entidad que quería crecer en el resto de España.

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Los sindicatos han convocado a una concentración el próximo martes para expresar su rechazo frontal a los primeros datos que han trascendido del plan de integración, que de nuevo será objeto de negociación en una reunión con la dirección el próximo lunes. Sobre la mesa está el recorte de 1.800 empleos (20% del total) y las cajas no bajarán el listón. Donde sí están dispuestas a hacer concesiones es en las condiciones que en teoría deben invitar a una marcha masiva de trabajadores de forma voluntaria: en 1.300 casos, se intentará vía prejubilaciones (a partir de 55 años, con el 70% del sueldo) y en el resto con bajas incentivadas. La propuesta inicial propone 45 días por año trabajado, con un tope de 42 mensualidades. Las cajas parecen dispuestas a abrir la mano en este punto, conscientes del rechazo suscitado.

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