Los andamios de La Pepa

La imagen actual del Oratorio de San Felipe Neri, en Cádiz, se aleja mucho de la que ofrecía hace casi 200 años, cuando los diputados doceañistas promulgaron la Constitución de La Pepa. Tampoco tiene nada que ver con el aspecto que presentaba el templo hace sólo unos meses, antes de comenzar las obras de rehabilitación. Han desaparecido los bancos, las lámparas y las obras de arte que llenaban las capillas. En su lugar, un laberinto de andamios se levanta hasta la cúpula del Oratorio, una estructura que hace imposible atravesar la planta ovalada del templo de un extremo a otro si no es después de sortear una encrucijada de vigas y tablones metálicos.

Son las entrañas de una operación con la que la Junta de Andalucía pretende convertir el templo en el principal centro de reuniones y actos oficiales de la conmemoración del Bicentenario y recuperar el esplendor que gozó en 1812.

Los trabajos de cableado han descubierto cuatro criptas

Ya por entonces la cúpula del Oratorio sufría algunos desperfectos. "Es la parte más dañada", explica el arquitecto encargado, Francisco Torres, "por lo que, además de retirar todos los apaños que se han ido añadiendo a lo largo de los años, tenemos que reforzarla con un nuevo armazón". Pese a que la bóveda concentra ahora casi todos los esfuerzos, los trabajos también avanzan en la planta del templo.

Han sido precisamente unas intervenciones para cablear el Oratorio y adaptarlo a las nuevas necesidades tecnológicas las que han permitido el descubrimiento de cuatro criptas. De momento, sólo se han abierto, pero queda por decidir qué ocurrirá con su interior, si merece o no la pena estudiar y conservar estas catacumbas, que fueron utilizadas por familias adineradas de la ciudad.

Sorpresas de este tipo impiden a Francisco Torres atreverse a dar fechas sobre la conclusión de las fases de rehabilitación de San Felipe Neri, aunque asegura que van "a buen ritmo". La próxima semana se dará un nuevo paso, cuando el Consejo de Gobierno de la Junta adjudique los trabajos del edificio anexo, que acogerá un Centro de Interpretación de 1812. El presupuesto para esta actuación será de dos millones de euros, según detalló ayer la delegada de Vivienda, Silvia López, de quien depende su financiación.

Esta construcción se erigió apoyada en uno de los laterales del Oratorio. Ahora esta fachada, que quedó oculta, saldrá a la luz gracias a una intervención arquitectónica que permitirá contemplar la antigua entrada lateral a la iglesia y las cornisas que adornaban la parte alta de San Felipe Neri.

Mientras que duren las actuaciones en este edificio anexo, el Centro de Interpretación de 1812 se ubicará en una sede provisional en la céntrica calle Ancha de Cádiz que ya está en construcción. Según las previsiones del Consorcio del Bicentenario, podrá entrar en funcionamiento antes de que acabe el año.

El Consorcio trabaja también en la constitución de un Observatorio Internacional del Constitucionalismo, una institución que para Luis Pizarro, consejero de Gobernación y presidente del Consorcio, "debe ser uno de los principales legados que quede tras 2012".

Los esfuerzos se encaminan ahora hacia la búsqueda de los patronos de ambos lados del Atlántico que deben conformar este Observatorio. Este proyecto, "irrenunciable" según Pizarro, se dedicará a estudiar la salud de las libertades y los derechos sociales en las democracias contemporáneas y actuará como vigilante para propiciar la mejora de estos sistemas.