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El asesino de una mujer al azar declara que iba drogado

El procesado violó primero a la víctima, de 57 años, y luego la apuñaló hasta la muerte con dos cuchillos

Se propuso consumar un brutal y despiadado plan, y lo materializó. Un hombre, de 23 años, violó y luego asesinó con dos cuchillos a una mujer, de 57 años, elegida al azar. Los hechos ocurrieron el 19 de septiembre de 2007 en un inmueble de la calle de Juan Vázquez de Mella de Elda. En la vista oral por este crimen, que arrancó ayer en la Audiencia de Alicante, el procesado admitió parcialmente los hechos, pero se escudó en que actuó bajo los efectos de la droga y el alcohol: "Creo que golpeé a una mujer y luego la vi sobre la cama con un cuchillo clavado en el cuello", declaró.

El acusado, Jesús M. P., aclaró a la sala que el día de los hechos había estado con un amigo tomando cocaína y bebiendo. A continuación, bajó a calle, se escondió detrás de una persiana y cogió del brazo a una mujer que pasaba por el lugar, a la que no conocía de nada, y la introdujo en el portal del edificio.

"El fin era violar y matar a la primera mujer que pasase", asevera el fiscal

De acuerdo con la calificación inicial de los hechos del fiscal, el acusado se ocultó tras la persiana con el fin de "atentar contra la vida y la libertad sexual de la primera mujer que pasase por allí".

Y por el lugar indicado pasó la víctima, a quien Jesús M. P. asió del brazo con fuerza e introdujo en el inmueble. Primero, golpeó en la cara a la mujer hasta el extremo de dejarla "aturdida". Luego dio una patada a la puerta de la única casa del bajo del edificio y llevó a la mujer hasta la cama del dormitorio. A continuación, la desnudó y la violó anal y vaginalmente. Tras consumar la violación, el agresor se digirió hasta la cocina, donde cogió dos cuchillos de grandes dimensiones y comenzó a propinarle puñaladas en la zona superior del cuerpo, barbilla y cuello. Después del acuchillamiento, y ante la creencia de que estaba muerta dejó a la víctima tirada sobre el suelo y se fue al piso superior, donde el agresor tenía su casa. Se duchó y se mudó de ropa. Más tarde, volvió al lugar del crimen e intentó eliminar las manchas de sangre con una fregona.

El agresor se encaminó posteriormente a la casa de la madre de su novia y confesó que había visto a una mujer muerta en el piso inferior al de su vivienda. La víctima murió a las pocas horas en el hospital General de Elda. El fiscal pide para el procesado un total de 33 años, 18 por asesinato y 15 por violación.

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