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Reportaje:

La jueza que no soporta 'Sin tetas no hay paraíso'

Estela San José, la mujer que tiene en vilo a la clase política lucense, es, según sus compañeros, "impulsiva" e "independiente"

Estela San José Asensio, vallisoletana del 73, hija única, soltera y sin descendencia, empezó como jueza "de pueblo" en Sahagún (León), consiguió hace cuatro años plaza en Lugo y no soporta los anuncios sexistas ni las actitudes machistas en las series de la tele. La titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Lugo, al que van a parar todos los casos de mujeres maltratadas en la provincia, está convencida de que la violencia de género sólo se erradicará "por la educación", y cuando se estrenó Sin tetas no hay paraíso llamó a Telecinco para protestar. Siempre que ve un programa que degrada a la mujer, da un toque a la cadena por correo electrónico.

San José tiene ocho funcionarios a su cargo, que dicen que es "buena jefa", a pesar de que les hace trabajar "bastante". Ella también lo hace, "es muy entregada", cuenta el fiscal jefe de Ponferrada, Jacinto Fernández Villalvilla, antes fiscal en Lugo. El juzgado de género está desbordado, sobre todo, porque no lleva sólo casos de violencia machista, como querría la titular. Hace un año le tocó investigar el caso de las multas. Cayeron el subdelegado del Gobierno y el jefe de Tráfico en Lugo, y entonces le auguraron a la chica una breve estancia en la ciudad. Pero, a pesar de ganarse muchos, y poderosos, detractores, ella siguió sintiéndose cómoda en Lugo, tanto que le han ofrecido otro destino y no ha querido irse. Dicen que está "muy integrada": "Hizo un curso de gallego y hasta corrige las faltas en las sentencias de otros compañeros".

"No se casa con nadie, y no le dan miedo los temas que queman"

Las escuchas telefónicas que destaparon aquella trama del perdón a los pecadores del volante desembocaron, de rebote, a finales de octubre en la detención del alcalde socialista y de tres ediles (dos del PSOE y uno de Terra Galega) de Castro de Rei. El lunes de esta semana cayó la siguiente ficha del dominó, con el interrogatorio a la vicepresidenta segunda de la Diputación y dos trabajadores del Instituto Lucense de Desarrollo. Con sus últimas acciones, la vallisoletana se ha ganado la desconfianza de algunos más, entre ellos buena parte de los vecinos de Castro, que organizaron actos de apoyo a sus dirigentes locales, finalmente puestos en libertad sin fianza, pero con cargos. San José tira del hilo de un supuesto caso de tráfico de influencias y prevaricación en la adjudicación de obras públicas.

Sus críticos le echan en cara que siempre actúe contra dirigentes de una tendencia política y que no tome "decisiones preventivas" para que las detenciones se lleven a cabo con más sigilo. Pero en los Juzgados de Lugo se culpa a la Policía Judicial de las alharacas. Pareció desproporcionado que llevasen al alcalde esposado y escoltado por una comitiva de vehículos, abriéndose paso entre el tráfico de la ciudad.

A San José, en Lugo, ya la empiezan a llamar La Garzona, pero los que la han tratado más de cerca en Galicia aseguran que ella preferiría seguir en el anonimato. "No va de estrella y no tiene ningún interés en medrar", afirma Luis Villares, juez de A Fonsagrada y portavoz de Jueces para la Democracia en Galicia. Villares, que pasa por ser de los más progres de la judicatura, hizo sus prácticas bajo el mando de Estela San José, considerada por muchos de derechas, y no tiene más que halagos: "Es una profesional muy expeditiva, muy dinámica resolviendo, muy enérgica e impulsiva, igual que en todas las facetas de su vida, y sus instrucciones son de las mejores que hay". El juez recuerda que, durante un tiempo, San José se apuntó a la Asociación Profesional de la Magistratura, el colectivo más conservador, pero luego lo dejó. "No se casa con nadie, es independiente, y valiente; no le dan miedo los que mandan ni los temas que queman", sigue alabando Villares. "Le cayó un marrón y es implacable y tira de la manta, sin parar, porque cobra por eso". "Tiene carácter, pero nunca la vi enfadada", sigue describiendo un representante sindical de los Juzgados, que tampoco es capaz de decir nada malo de ella.

El miércoles, se marchó a Valladolid a ver a su familia. En la política lucense no habrá sorpresas durante más de una semana, porque San José no regresa hasta el 16. Pero la repercusión mediática que tuvieron las últimas detenciones y la espectacularidad de la intervención policial "han puesto sobre aviso al resto de los investigados", sospechan los jueces. "Cuando se pincha a gente que maneja poder, pueden salir muchas cosas", dice Villares, "pero lo publicado ha podido reventar parte de la investigación... Ya habrán tenido tiempo de destruir documentación y tendrán más cuidado cuando hablan por teléfono".

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