"Los inmigrantes son los eternos perdedores"
El sociólogo Carlos Gómez Gil (Madrid, 1963) dirige el Observatorio de la Inmigración en la Universidad de Alicante, que este año centrará sus sesiones precisamente sobre la crisis y sus geografías.
Pregunta. ¿Por qué un seminario sobre crisis y geografías?
Respuesta. La crisis es tan importante y acelerada, que nos hemos olvidado de que otros muchos países viven en crisis permanente y es importante que no se pierda la perspectiva y comprender su dimensión global para intervenir.
P. ¿La crisis afecta a los inmigrantes de doble manera?
R. Es una crisis única y singular, en cuanto la inmigración afecta tanto a países emisores, de donde salen, como a los países receptores.
P. ¿Cuál es ese panorama?
"El Consell se sitúa ante la crisis como una vaca mirando el paso del tren"
"La recesión activa políticas regresivas en materia de derechos"
R. La crisis en los países occidentales provoca que no haya demanda de inmigrantes porque el empleo ha caído brutalmente y se ponen en marcha políticas regresivas en materia de inmigración en Europa que limitan derechos y posibilidades. Y en los países del sur, el inmigrante sabe que ese esfuerzo migratorio no debe hacerse por falta de oportunidades, y para complicar el panorama más, hay flujos de inmigrantes que regresan a sus países de manera espontánea. El resultado es endurecimiento de las condiciones de vida y la pobreza estructural de muchos inmigrantes.
P. ¿Y en la Comunidad Valenciana qué está pasando?
R. Aquí conviven en estos momentos tres sectores, una inmigración instalada, arraigada y con permisos permanentes, otra extraordinariamente precaria y vulnerable que sufre la crisis en primera persona, y además en otro sector de extranjeros comunitarios que viven segregados.
P. ¿Y ante esto la Administración qué hace?
R. La Administración valenciana está desbordada, por su propia crisis política y por la económica. La Generalitat se sitúa ante la crisis como una vaca mirando el paso del un tren, constata los hechos pero es incapaz de anticipar y dar respuesta a los problemas que tienen la sociedad y la economía valenciana. En el caso de la inmigración, la crisis se vive en las ciudades, que soportaron el esfuerzo de la llegada de inmigrantes hace unos años; los servicios públicos están recargados, y ahora se nota más la pobreza y la exclusión. En la Comunidad Valenciana además el deterioro del mercado es mayor, y eso afecta más a los inmigrantes, que sufren reducción de sueldos, endurecimiento de las condiciones de trabajo, un empeoramiento de sus condiciones de seguridad laboral. En el último año y medio, han desaparecido de la Seguridad Social 40.000 extranjeros, eso es toda la población de Dénia, esas personas no se han esfumado, viven aquí, están en el paro o trabajan en la economía sumergida.
P. ¿Por qué el drama de la inmigración es invisible o se quiere hacer invisible?
R. Por eso hay que insistir mucho en que el crecimiento económico y el superávit que tuvimos en 2005-06 fueron gracias a la inmigración, cuando el inmigrante era funcional desde el punto de vista económico y laboral no había problemas, pero con la crisis nos olvidamos de ellos. Los inmigrantes son los eternos perdedores, en la bonanza les acusamos de quitar puestos de trabajo y en la crisis les acusamos de restar recursos públicos. Y en las próximas elecciones autonómicas y locales los inmigrantes votarán, y eso será un paso importante de incorporación política, pero también debe servir para que los políticos vean que la inmigración no es sólo fiesta, sino que en la misma igualdad y condiciones deben de convivir con nosotros.
P. Y los Ayuntamientos, ¿cómo están reaccionando?
R. La crisis está superando a todos. Para España es la primera crisis con inmigrantes y para ellos es la primera crisis que sufren aquí. Todos estamos aprendiendo, pero los inmigrantes no tienen el colchón familiar de respaldo y entre ellos se están ayudando. Y ante eso, los ayuntamientos debían prestar más atención a colectivos que se están quedando fuera y tendrán difícil reenganche económico, social y laboral. Qué pasará con los jóvenes o niños inmigrantes, su futuro es incierto, qué pasa con los que después de reagrupar la familia ahora quieren volver, aquí se apostó para que fueron autónomos y ahora muchos están en el paro, y debían tener un enganche formativo. Y es importante que los sectores desfavorecidos no se queden colgados, si no tendremos una sociedad dual, y eso es un peligro tremendo.
P. Y en el Observatorio se pone en marcha también un taller de formadores sociales expertos en inmigración.
R. Es muy importante hacer una formación especializada, actualizada y reflexiva. Y ahora toca reconsiderar el papel de la crisis, y el curso de formación de técnicos sociales especializados en inmigración, tenemos que reflexionar sobre el papel de los servicios sociales tienen en la crisis, tenemos cien alumnos y tenemos lista de espera.
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