"Huelo a desilusión y a esperanza"

Pregunta. Su libro se llama En legítima defensa. ¿De qué tiene que defenderse?

Respuesta. Entre otras cosas, de mí misma, de una cierta impetuosidad; y también de un sistema, político sobre todo, que creo que ha caducado y que hay que renovar.

P. Dispara a todo lo que se mueve. ¿Respira por la herida?

R. Yo siento un cierto dolor por las renuncias que he tenido que hacer, pero creo que no ha dejado heridas, sino esperanza.

P. ¿No destila demasiado PP para irse del PP?

R. Todo el mundo conoce mis ideas, liberal-conservadoras. Pero creo que no han sido practicadas en ningún partido hasta hoy.

P. ¿El Parlament sobrevivirá sin usted?

R. Sí. Haciendo lo mismo que hacía antes de que yo llegara: mucho trabajo y poca utilidad.

P. Cuenta que entregó al partido su virginidad. ¿Por quién se siente desvirgada?

R. Probablemente por Piqué, porque es la persona con la que creo que puedo compartir un sueño del papel que el PP puede jugar en Cataluña.

P. Dice que Aznar considera a Cataluña una "población enferma".

R. El presidente Aznar y yo discrepamos en la esperanza de conseguir encajar Cataluña en el resto de España. Él cree que no se puede, y yo no dejaré de intentarlo jamás.

P. Le inquieta la forma de su bigote y añade que no tiene cintura. Pero sí vimos que tiene chocolatina en los abdominales...

R. Ya me gustaría que todos los presidentes estuvieran muy en forma física y mentalmente. De él conocemos la forma física.

P. ¿Cómo descubrió que FAES quiere decir Falange Española?

R. Se decía en algunos círculos en Cataluña, y me hizo gracia recordarlo.

P. También compara el socialismo con la Falange. ¿Lo sabe su médico?

R. Tengo muchos amigos que dicen que José Antonio era de izquierdas, prácticamente socialista.

P. Porque, ¿qué suele beber?

R. Agua, coca-cola americana, whisky escocés, cerveza alemana, vino español...

P. Pues no mezcle.

R. Sí. Es lo que tiene [risas].

P. ¿Gürtel es un ejemplo de regeneración democrática de la derecha?

R. En absoluto. Gürtel es un ejemplo de que el ser humano es corrompible, y de que en los partidos también hay personas que se corrompen.

P. ¿Llamar a Sánchez Camacho "nuestra simpática presidenta Sánchez" es de mala perdedora?

R. También he llamado al presidente del Gobierno "señor Rodríguez", y no he perdido ningún congreso socialista.

P. Pone a Aznar y a Rajoy tan a caldo que no sé si le cae mejor ZP.

R. No. Vivimos un tiempo de escasa grandeza de miras en nuestros dirigentes. Pero también es responsabilidad nuestra. Zapatero tiene pinta de simpático, pero a veces la simpatía es letal.

P. Amenaza con seguir en política. Diga dónde, para apartarnos.

R. Hay una parte de mí que se resiste a marchar.

P. ¿Y dónde va a meter esa parte?

R. Iba a decirle que donde me quepa [risas]. La meteré en un lugar en el que haya mucha gente con buena voluntad, honesta, que quiera acompañarme.

P. Con qué fruición cita lo de que Rajoy es una sábana bajera, que, se haga lo que se haga encima, nunca se mueve.

R. La cita es de Carlos Herrera. Y lo que más me sorprendió es que Rajoy, que estaba presente, dijera en público que era verdad.

P. "Yogurinas como Soraya Sáenz de Santamaría y chiquilicuatres como José Luis Ayllón". ¿Haciendo amigos?

R. Sí. De hecho, era el subtítulo que iba ponerle al libro. Pero pensé que la ironía no sería bien entendida.

P. ¿Es usted una resentida?

R. No. Hablo desde la voluntad de construir. Y es imposible construir nada si no es desde la crítica y la autocrítica. Porque yo también me critico en el libro.

P. Piense en un fin de semana político-erótico-festivo. ¿Se iría con Montilla?

R. Es vecino mío, y no me lo imagino. Político-festivo, digamos... De las personas que conozco, y con todas las luces y sombras, me iría con Alfonso Guerra.

P. Cita en el libro a Batman. ¿Es su héroe?

R. Sí, Batman es mi héroe. Es la persona que, siendo consciente de sus defectos, decide luchar contra el mal.

P. ¿Se considera una iluminada del análisis político?

R. No. Me considero una afortunada por haber podido participar en primera línea.

P. "La política es una charca". ¿Usted a qué huele?

R. Me imagino que todos olemos, porque nada se hace sin la connivencia o, por lo menos, el pecado de omisión de otros. Huelo en una parte a desilusión y, en otra, a esperanza.

P. ¿No puede pensarse que es una jeta?

R. Yo creo que hay un montón de gente que lo piensa. Yo sólo sé lo que yo sé de mí. Y sé que soy bastante menos jeta que persona preocupada.