Una relación de amor-odio
Los bancos españoles han cambiado sus estrategias aseguradoras
En España, los bancos han tenido una relación de amor-odio con los seguros. En la década de los ochenta y parte de los noventa, todos los grandes bancos tenían una aseguradora como socio. La alianza era rentable porque, por un lado, la empresa de seguros compraba un buen paquete de acciones, nombraba un consejero y se convertía en un aliado incondicional del presidente de turno. Así ocurría con Generali en el Central Hispano, AXA en el BBV, Metropolitan Life en el Santander y la única que todavía sigue vigente, Allianz en el Banco Popular. La Caixa también se alió con Fortis y creó uno de los grupos líderes: Caifor.
Los bancos daban a sus socios lo que no tenían: capacidad de distribución en sus oficinas. Las aseguradoras aportaban su experiencia en la venta de estos complejos productos. La otra parte del acuerdo era que las entidades se comprometían a cederles parte del negocio asegurador que generaban las oficinas. Todos contentos.
Sin embargo, con el tiempo y las fusiones, los gestores de los bancos cambiaron de idea. Tras analizar de arriba abajo el negocio, decidieron intentarlo por su cuenta y no ceder ni un euro en comisiones. Poco a poco fueron rompiendo las alianzas y creando departamentos de seguros dentro de las entidades. Alguna, como el Santander, ha considerado que podía ser un activo al que sacarle mucho partido. Tras crear una de las filiales más grandes de España, intentó venderla a una aseguradora, pero llegó la crisis y ha desistido.
Las más activas en este campo han sido las cajas, que han vendido el 50% de sus filiales a Aviva, Aegon y Zurich. Aviva fue la pionera y tiene alianzas con algunas de las cajas más importantes. Las operaciones más recientes han sido la compra de Zurich, que pagó 900 millones de euros por el 50% de los negocios de vida, pensiones y seguros generales de Banco Sabadell; la mitad de las filiales vida y no vida de Caixa Sabadell, por 325,1 millones, así como Caja Navarra Soluciones Integrales, por 85 millones. Aegon, entre tanto, dedicó 202,5 millones a comprar la mitad de la aseguradora de vida de Caixa Terrassa y CAN Salud.
La actividad sufrió un frenazo tras el verano por la quiebra de Lehman Brothers. También La Caixa ha comprado el 50% que no tenía de Fortis, aprovechando la enorme crisis de la entidad. Mientras tanto, otras entidades han vuelto sobre sus pasos y han empezado a reeditar los acuerdos con aseguradores. Por ejemplo, el BBVA tiene convenios con AXA y Mapfre. Según Juan José Noguera, director responsable de consultoría de seguros de PricewaterhouseCoopers (PwC), "la tendencia en este ejercicio será la compra de compañías de no vida". En su opinión, las firmas medianas tratarán de engullir a las pequeñas. El sector sigue pendiente de una reconversión anunciada desde casi una década y que no llega pese a las diferentes crisis atravesadas. -
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.