"No estábamos en la política ni por el dinero, ni por el poder"

En plena tempestad de transfuguismo y corrupción política, en Benijófar (4.100 habitantes) se ha abierto un claro y se ha dictado una lección práctica de buenas artes democráticas. Tres concejales del PSPV han hecho oídos sordos a los cantos de sirena de la oposición municipal del PP y han renunciado a sus actas por discrepancias con los "modos" del alcalde, el socialista Daniel Padilla. El gesto cobra aún más relevancia por el marco geográfico que lo envuelve: la comarca de La Vega Baja, nido de tramas corruptas investigadas por los jueces.

"No estábamos en política ni por el dinero ni por el poder", resumió Mari Carmen Gras, una de las protagonistas de este ejemplarizante e inusual episodio de escrupuloso respeto con la esencia de la democracia. José Valero y Rafael García-Franco son los otros dos compañeros de su viaje de vuelta a su actividad cotidiana tras ver frustrados sus anhelos de gestores en el ámbito de la res pública. "No había sintonía con el alcalde. Lo honesto y coherente es irse a casa, y que corra la lista", señaló Valero. "El PP, como es lógico, nos planteó la posibilidad de la moción de censura, pero al observar nuestra determinación, nos felicitó y desistió sin entrar a plantear contrapartidas", añadió García-Franco.

"La corrupción y el transfuguismo son una vergüenza", afirman los ediles

"El PP nos planteó presentar una moción de censura pero desistió"

La renuncia al cargo de los tres ediles se materializó en la mañana de ayer en un pleno extraordinario. A la sesión no asistió ninguno de ellos. "Para evitar crispación y en coherencia con nuestra actitud de evitar el protagonismo", puntualizó Valero. "Tampoco en este último acto el alcalde estuvo correcto. No nos consultó la fecha de la sesión", precisó Gras. "Yo hoy tenía trabajo", apostilló García-Franco.

José, Rafael y Mari Carmen Gras se estrenaron en la vida pública municipal este mandato al integrar la lista del PSPV, que alcanzó la mayoría absoluta con seis ediles, frente a los cinco que logró el PP.

Valero, trabajador por cuenta ajena, es el más veterano de los ya tres ex ediles y el que atesora más alcurnia política. También es el secretario general del PSPV de Benijófar, cargo que dejará en coherencia con su renuncia al acta. García-Franco, igualmente un asalariado, y Gras, trabajadora de la limpieza, integraron la lista del PSPV en calidad de independientes. "Nuestro primer objetivo era el servicio al ciudadano, pero evidentemente respetando las siglas por las que nos presentamos, con cuyo ideario simpatizamos", coincidieron García-Franco y Gras.

Padilla nombró a Valero primer teniente de alcalde y concejal Hacienda y Personal. García-Franco fue designado responsable Deportes, Educación, Juventud. Y Gras fue nombrada concejal de Fiestas, Cultura y Turismo. Ninguno gozó de dedicación exclusiva. "Hemos cobrado sólo por asistencias a plenos y comisiones", aseveró García.

Las relaciones de estos tres ediles y el alcalde comenzaron a deteriorarse a medida que, según ellos, el regidor comenzó a gestionar el Ayuntamiento a espaldas del grupo municipal y "guiado" por los ediles de la anterior corporación, liderados por el ex alcalde José Luis González. "Y a ello se sumaron sus modos, rayanos en lo dictatorial en el caso del trato dispensado a los funcionarios", argumentó Gras.

Los tres mantienen que intentaron sin éxito reconducir la situación. "Claro que hemos apretado las tuercas al alcalde. Antes de verano le hicimos ver que dejaríamos de ir a los plenos si no cambiaba", explicó García. Daniel Padilla se mantuvo en sus trece y los tres ediles optaron no sólo por salir del equipo de gobierno, sino también de la corporación. "En esa situación, nuestra ilusión por seguir gestionando se fue difuminando", afirmó Valero. "Primero comunicamos la decisión al alcalde. Dijo que la respetaba, pero no puso empeño en convencernos para que siguiéramos", añadió la ex edil.

Los tres sitúan su decisión en el marco de la normalidad democrática. "Claro que hemos recibido felicitaciones por parte de los vecinos, algunos hasta nos han animado a quedarnos y forzar al alcalde", explicó García. "Nuestro objetivo nunca fue valernos del acta", remachó Valero.

Valero, García-Franco y Gras dejan una aromática estela democrática en su breve periplo político municipal. Y advierten de la insana atmósfera pública actual: "La corrupción y transfuguismo es una vergüenza. Los ciudadanos creerán que todos somos iguales".