Maratón de ideas contra los atropellos

De un sistema de bolardos para impedir que los vehículos invadan el paso de peatones en el momento en que cruza un viandante, hasta divertidas figuras reflectantes para colgar de la mochila o el bolso, pasando por nuevas formas de tomar las rotondas o badenes verticales para forzar a los vehículos a reducir la velocidad. Son algunas de las innovaciones presentadas en el primer encuentro de ciudades para la seguridad vial, que ha reunido durante dos días a casi 600 expertos en Gijón.

Las soluciones a los problemas de las calles no siempre requieren un gran desembolso ni grandes despliegues tecnológicos, como ha demostrado Fuenlabrada, que logró ayer el premio a la ciudad modelo de seguridad vial. En las calles de esta localidad madrileña, se han evitado muchos atropellos, al construir los pasos de peatones más salidos hacia la calle y propiciar que tanto el viandante como el conductor tengan más visibilidad. Un tercio de las víctimas de tráfico son peatones. Estas son algunas de las innovaciones más llamativas:

- El badén respetuoso. Se llama Speed Kidney, y sus inventores lo definen como un dispositivo "moderador de la velocidad". Es un invento Made In Spain, nacido en la Universidad Politécnica de Valencia. En un mes comenzarán los ensayos reales en una calle del campus universitario. Tiene vocación de convertirse en el sustituto de millones de badenes (también conocidos como resaltos o guardias dormidos) en toda España. Consta de un resalto por carril con una ligera curvatura ("arriñonado") que quedará entre las ruedas de los coches, y un resalto más en la zona central para evitar que los vehículos intenten eludirlos invadiendo la zona central de la calle.

El ancho y alto de los resaltos de cada carril está calculado para que el transporte público y de emergencias pueda pasar sin estar obligados a seguir la curva y por tanto circular normalmente. Las bicicletas o las motos podrán aprovechar el espacio libre, que también traza una ligera curva y que les obligará también a reducir la velocidad. El coste es similar al de un badén tradicional.

- El semáforo inteligente. Unas baldosas recubren el paso de peatones y detectan la presencia de las personas gracias a unos sensores, que ordenan a los semáforos cerrarse hasta que el peatón haya cruzado la calle. Este mecanismo está en pruebas en una calle de la ciudad de Castellón.

- Bolardos que salvan vidas. El PeATO tiene un sistema hidráulico que se activa cuando el viandante va a cruzar la calle. En ese momento una batería de bolardos emerge del suelo en tres segundos y crea una barrera de protección para el viandante. La instalación de este mecanismo costará entre 20.000 y 50.000 euros. Aún no funciona en ninguna ciudad, pero según su creador, José Manuel Pato González, varios ayuntamientos gallegos están interesados.

- Paso de peatones californiano. Su creador era californiano, de ahí su nombre. El LightGuardSystem está compuesto por un mecanismo que detecta cuándo va a cruzar un peatón y activa una fila de luces de color ámbar incrustadas en el asfalto, visibles a 450 metros, a ambos lados del paso de cebra como aviso al conductor. El sistema permite activar la luz roja de un semáforo. Sus inventores aseguran que es económico y que los focos sólo sobresalen 1,2 centímetros del asfalto. En un mes estará en la localidad zaragozana de Utebo.