_
_
_
_
Reportaje:BANDA SONORA

Rock en femenino de 'La Prospe'

Los madrileños Garaje Jack mantienen viva la música dura realizada por mujeres - La energética vocalista Laura Rubio está al frente de la banda

Carlos Marcos

Consuelo tiene "setenta y algunos años" y es una señora sensible que lo pasa fatal cada vez que ve a su hija actuar. Esta sensación debe parecerse mucho a la de una abnegada madre de torero cuando sufre en el tendido una tarde de su vástago en el albero. El corazón se encoge, los ojos no quieren ver.

Así se siente Consuelo cuando Laura, su hija, baja extenuada del escenario (le sudan hasta las pestañas). Le dice: "Hija, haz el favor de no ser tan burra, guarda algo para la próxima actuación". Entonces ella le responde: "Esto no funciona así, mamá: hay que darlo todo siempre".

Laura Rubio, madrileña de 30 años, canta en Garaje Jack. Es una de las contadas chicas que interpreta rock en Madrid. Hablamos de rock en su definición más purista. Nada de pop (Christina Rosenvinge) ni de toda esta generación de cantautoras folk (Russian Red, Anny B Sweet y compañía). Rock, y punto.

Laura es una de las contadas chicas que interpreta rock en estado puro
El grupo se ha despedido de su ciudad para grabar el tercer disco

Hace un par de semanas, esta chica y sus Garaje Jack ofrecieron en la sala Siroco un concierto especial. Habituales de los garitos madrileños, Garaje Jack quiso despedirse de su ciudad. Se van durante un largo periodo, el mismo que les va a llevar grabar su tercer disco. Quizá por ello, esta cantante visceral y atractiva se mostró imperial en una abarrotadísima sala. Para entenderlo, lo mejor es ilustrarlo con ejemplos: movimientos tan lúbricos como los de Mick Jagger, chulería al estilo de Chrissie Hynde y desgarro vocal inspirado en Janis Joplin. Todos estos condimentos juntos dan el siguiente resultado: la bomba.

Garaje Jack, que cumple 10 años, es de esas bandas que actúan con los cubatas en los amplificadores, siempre a mano. Su guitarrista, Óscar, se ha puesto una camiseta de los Stones, periodo canalla de los setenta. Ella viste pantalones de cuero negro, botas de tacón hasta las rodillas, dos grandes aros que le cuelgan de sus orejas, los brazos llenos de pulseras y brazaletes, además de tatuajes exóticos.

Laura agita su melena rizada rubia cuando los temas se aceleran. Una imagen impactante, como si Paulina Rubia hubiese nacido en La Prospe (lugar donde vino al mundo Laura) y se hubiese criado escuchando discos de Led Zeppelin.

"Siempre me han gustado", explica Laura Rubio, "bandas como Lynyrd Skynyrd, Black Crowes y Led Zeppelin. La verdad es que hay pocas chicas a las que les guste el rock and roll. Es una música poco lucida para la voz femenina. Hay algo común que nos sugieren siempre los managers y las discográficas: 'Si hicierais otro tipo de música, más pop y ligera os iría mejor'. Pero yo no puedo ir por ahí: canto lo que me sale".

Cristina Llanos, madrileña de 33 años, voz de Dover, fue durante mucho tiempo el más popular exponente de rock femenino español. Hasta que hace unos años el grupo ejecutó un violento giro estilístico para volcarse con la música bailable. Cristina reconoce la falta de mujeres rockeras: "No sé la razón, pero es verdad: hay muy pocas chicas. Sin embargo, no creo que las que lo hacen se deban encuadrar dentro de algo que se llame rock femenino. Este es un estilo que no tiene diferencia de sexos. El rock es echarle entrañas, y eso lo tienen tanto hombres como mujeres".

Eva López también es una rockera. Su banda se llama No Aloha, como una canción de su agrupación favorita, The Breeders. Eva vive en Leganés y ensaya en Fuenlabrada, "donde el Ayuntamiento ofrece muchas ayudas", dice. Recientemente estuvieron actuando en Nueva York gracias a un contacto con un grupo de allí vía la página web Myspace. Para la vocalista de No Aloha sí existe el rock específicamente femenino: "Noto una frescura distinta, unas pinceladas que lo diferencia del masculino. Sobre todo en la voz, que es más melodiosa. A mí me gusta gritar y desestresarme, pero también tener el punto melódico y dulce".

De vuelta a la actuación de Garaje Jack en Siroco. Después de ver cómo la cantante le pega un lametazo en la cara al guitarrista, un tipo de las primeras filas le grita: "¡Laura Winehouse!". Algunos chicos, asienten, embobados.

Terminada la actuación estos mismos chavales se acercan a Laura: "Qué va, ligo muy poco", comenta. "Si se me acerca un tío es para hablar de música. Pocas veces noto ese brillo en los ojos que significa que el tipo está colado por ti. Y, además, toco con cuatro tíos, que actúan como cancerberos disuasorios para los que quieren ligar conmigo". No hay manera: el rock femenino también sale perdiendo en este terreno...

Laura Rubio, cantante de Garaje Jack, durante una actuación.
Laura Rubio, cantante de Garaje Jack, durante una actuación.CRISTINA AMPOSTA

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Carlos Marcos
Redactor de Cultura especializado en música. Empezó trabajando en Guía del Ocio de Madrid y El País de las Tentaciones. Redactor jefe de Rolling Stone y Revista 40, coordinó cinco años la web de la revista ICON. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Madrid.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_