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Castedo apuesta por acercar Alicante a Valencia y limar recelos mutuos

La alcaldesa reclama una mejora de las comunicaciones entre las dos ciudades

Alicante y Valencia históricamente han mantenido un distanciamiento sociopolítico muy superior a la distancia física que realmente separa a la primera y segunda urbe de la Comunidad Valenciana. Sonia Castedo, la alcaldesa de Alicante (del PP) desde hace poco más de un año, rompió ayer otra lanza a favor de difuminar un desencuentro que década a década ha crecido a partir de recelos mutuos. Un distanciamiento que en el caso particular de Alicante ha sido el caldo de cultivo idóneo para generar un sentimiento de agravio comparativo con la capital de la Comunidad Valenciana.

Castedo intervino ayer por primera vez en un acto del Club de encuentro Manuel Broseta de Valencia para "desnudar" la realidad y los anhelos de la ciudad que dirige. Estuvo arropada por numerosos cargos populares, entre ellos los consejeros Mario Flores y Angélica Such, y concejales de las dos corporaciones.

La alcaldesa aspira a un Alicante "con menos problemas sociales"

La alcaldesa inició su disertación con un preámbulo descriptivo en el que aprovechó para desgranar los datos socioeconómicos de la ciudad, resaltar su histórico olvido por parte de las "administraciones superiores", y destacar las obras más importantes que han marcado un punto de inflexión en su realidad. Y a renglón seguido se dedicó a destacar las asignaturas pendientes.

Entre ellas, resaltó su apuesta por un "Alicante más cercano a Valencia". Para Castedo, esta posibilidad pasa inevitablemente por mejorar las comunicaciones actualmente existentes entre ambas ciudades. "Sabrán que para llegar aquí [Valencia] hay que pagar autopista, viajar por el interior dando un amplio rodeo, o subirse a un tren que pisa suelo castellano-manchego en el trazado para conectar las dos principales ciudades valencianas", esgrimió. "Así se diseñó hace décadas", remarcó la regidora, "pero no nos resistimos a seguir reclamando una línea férrea Alicante-Castellón-Valencia por su circuito natural y más rápido".

El de ayer no fue el primer guiño que realiza Castedo en su apuesta por una mayor unidad en el ámbito de la Comunidad Valenciana. La regidora, en este sentido, no hizo ascos a dar pleno protagonismo al valenciano en su primer bando como alcaldesa con motivo del 9 d'Octubre.

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Tras esta andanada a las administraciones competentes en materia de infraestructuras, Castedo se sumergió en los proyectos más destacados de su mandato a corto y medio plazo. Y colocó en la cima de esta lista al nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad. Para Castedo, el documento, que sustituirá al vigente de 1987, es la herramienta clave del futuro de Alicante "porque con él se diseña la ciudad a 50 años vista".

Pese a la pasión con la que defendió el nuevo planeamiento y su imagen de la ciudad del futuro, Castedo admitió: "Pasarán muchos años hasta que veamos eso". La alcaldesa dijo ser consciente de las múltiples carencias que lastran el presente de la urbe. Recordó, en este sentido, que la ciudad de Alicante aún hoy carece "de muchas [infraestructuras públicas] absolutamente necesarias". Y no obvió el plano social y las tensiones que en ella se producen. En el apartado de los problemas pendientes, aspiró a un "Alicante con menos problemas sociales, y con menos familias desestructuradas". "Un Alicante multicultural, enriquecido con las aportaciones foráneas", remachó.

Al término de la conferencia se abrió un turno de preguntas en el que tuvo especial protagonismo la tesis sobre el acercamiento de Valencia y Alicante que esgrimió Castedo.

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