Más de 700 personas se concentran en Silleda contra el transfugismo

Unas 700 personas (550 según la Guardia Civil y un millar en opinión de los organizadores) se concentraron ayer en una céntrica plaza silledense para gritar al unísono "¡No los queremos!". Todo un mensaje a navegantes ante el pleno previsto para el día 19 que consumará la moción de censura impulsada por cinco ex concejales del PP (entre ellos, el anterior alcalde, José Fernández Viéitez) y otros dos no adscritos (Ofelia Rey y Javier Cuiña).

La todavía alcaldesa Paula Fernández no tira la toalla. "Yo, aún hoy, no lo doy por perdido", dijo. Por eso hizo un llamamiento a toda la ciudadanía para que asista a un pleno que se presume difícil y pida a los promotores de esa propuesta "que no levanten la mano". Entre tanto, aprovecharon la expectación levantada ayer para revelar algunos datos hasta ahora inéditos como la reunión que el conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, habría mantenido en su despacho con la futurible alcaldesa Ofelia Rey "para cerrar la moción", según apuntó Fernández Pena. No fue la única novedad. La socialista no quiso guardarse ningún as en la manga y también se refirió al regidor de Lalín, Xosé Crespo, "tan amigo", ironizó. El mismo que, según dijo, le confesó: "Sabes que no podemos pararlos, todos tienen algún interés personal". A lo que ella respondió: "Tú dame tiempo para hacer política y espérame en el 2011, que voy a por todos vosotros".

Difícil lo va a tener también el único concejal del PP que se ha desmarcado públicamente de la maniobra liderada por Fernández Viéitez. Manuel Mato llamó a la alcaldesa para trasladarle su pesar por la situación y afirmó que, "a partir de ahora, votará en consecuencia".

Hubo además alusiones a Rafael Louzán, presidente provincial del PP. El concejal de Cultura, Manuel Cuiña, manifestó que desde 2007 les ha estado ninguneando. "Supongo que ahorraba cuartos para los que vienen ahora", dijo en alusión a las ayudas que reparte la Diputación. Y también señaló que los protagonistas de la moción justificaron su actitud porque "querían poder". Antes deberán recorrer su propio viacrucis hasta la votación.

Como ecos de políticas tenebrosas y no tan pasadas en las zonas de interior, ya se oye hablar "en las tabernas, para que les escuchemos", de parroquias que "quedarán olvidadas por apoyar a esta alcaldesa" o del incierto futuro de los trabajadores municipales afines al PSOE, relató Paula Fernández, reforzada por los vecinos que tomaron el micrófono para trasladarle el apoyo a su gestión.

Menos optimistas se mostraron sus compañeros de gobierno, que, como ella, tienen ya la vista puesta en las elecciones de 2011. El secretario provincial, Modesto Pose, vaticinó la mayoría absoluta para un gobierno socialista que "nunca ha estado tan en contacto con los vecinos como ahora". También él dejaba la puerta abierta a una reflexión de última hora que dé marcha atrás a la moción. Pablo García, secretario de Organización del PSOE, advirtió que este tipo de estrategias las pagará el PP "en las próximas elecciones". Otros altos cargos como Xaquín Leiceaga, Carmen Gallego o María Xosé Caride respaldaron a la regidora. "Quiero volver a ser vuestra alcaldesa", dijo Paula Fernández. "¡Gritad conmigo, que os oigan en Piñeiro [la aldea de Ofelia Rey]: no los queremos!".