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Reportaje:

Añoranza de Seve y mirada al futuro

El Madrid Masters homenajea a los golfistas españoles desde 1979 - El golf será olímpico en 2016 y España aspira a la Ryder de 2018

El gran protagonista no estaba. El golfista que cambió la historia de la Copa Ryder descansaba en Santander mientras varios de sus compañeros de generación, unos más veteranos que otros, recordaban ayer en Madrid, antes del comienzo mañana del Madrid Masters en el Centro Nacional de Golf, cómo Severiano Ballesteros supuso un antes y un después, cómo antes la Copa Ryder era coto cerrado de estadounidenses y británicos, y cómo la llegada del genio cántabro, un ciclón incontenible, un azote para el poder establecido, llevó de la mano al resto de Europa a tener su lugar entre los mejores.

Como en una línea temporal, ex jugadores y golfistas en activo recordaron anoche batallitas. Todo empezó en 1979, hace 30 años, cuando Europa compitió por primera vez como tal en la Copa Ryder. Ballesteros y Antonio Garrido entre los pioneros. "Recuerdo cómo Seve me animaba, cómo me empujaba", rememoraba Garrido. Y luego 1981, con José María Cañizares y Manolo Piñero. "Pero entonces nos faltó Seve... Tenía la fuerza de hacer equipo, y además jugamos contra Nicklaus, Miller, Tom Watson...", recordaba Piñero. Y en el 83 Seve volvió junto a Cañizares, más analítico anoche: "El juego antes era más creativo, éramos más artistas, teníamos que imaginar los golpes. Ahora es más mecánico, el golpe lo tienen hecho". 1985: cuatro españoles entre los 12 ganadores en Belfry, Pepín Rivero entre ellos. Del 87, el primer triunfo europeo en suelo americano, el baile de Olazábal en el green del 18. "El ambiente era extraordinario, las amistades de aquella época son maravillosas", apuntaba Chema. 1997 fue el año mágico de Valderrama, con Seve de capitán, Jiménez, Nacho Garrido, Miguel Ángel Martín. Sergio García debutó en el 99; en 2004 otra victoria, cuando Olazábal apadrinó a Jiménez como antes hizo Seve con él... De 1979 a 2009, de Seve a Seve, principio y fin, pionero entonces y referencia ahora, ayer en boca de todos.

"Nunca sin la armada, sin Seve, hubieran entrado jugadores no británicos en la Ryder", apuntó Gonzaga Escauriaza, el presidente de la federación. "En el 79, el año de su primer Open Británico, Seve se atrevió a preguntarse: '¿Por qué no? ¿Por qué no aspirar a ganar el Open, por qué conformarse con el presente?", reflexionó el secretario de Estado para el deporte, Jaime Lissavetzky.

Y mientras el mundillo del golf miraba al pasado, también lo hacía al futuro. Al viernes, el día en que el Comité Olímpico Internacional restituirá al golf su condición de deporte olímpico para Río de Janeiro 2016 (ya lo fue en la prehistoria, en los Juegos de 1900 y 1904), un mérito que aplaudirá Emma Villacieros, presidenta del golf femenino en la federación internacional, que estará en Copenhague. Y un poco más lejos, a 2018, el año en que España quiere organizar el Mundial de fútbol, el año también en que desea ser sede de la Copa Ryder. ¿Los rivales? Alemania, Holanda, Portugal, Italia y Suecia. Para la elección, en los próximos meses, Madrid ofrece el proyecto de un campo nuevo en Las Rozas o cerca de la M-40 y la carretera de Colmenar.

Entre medias, el presente, la competición. La organización del Madrid Masters, con Gonzalo Fernández-Castaño a la cabeza, ha invertido el orden de los hoyos 16 y 18 "para dar más emoción al recorrido". Y ha subido los premios "en un año muy complicado". La armada española copa el cartel: Olazábal, Jiménez, Sergio García, Gonzalo, Álvaro Quirós, Pablo Larrazábal, Lara... Además de Luke Donald, Darren Clark y Paul Lawrie. "Yo, a ver si consigo estar jugando el fin de semana. Intento hacer lo que puedo y ahora acepto con más resignación el resultado. No tengo las sensaciones de cuando uno está en competición, he jugado pocas semanas. No estoy donde debo estar para competir en el circuito", admitió Olazábal, que cada mañana amanece dolorido. "Claro, nosotros los veteranos vamos dando paso a los jóvenes", asumió su amigo Jiménez.

Olazábal, Gonzalo Fernández-Castaño y Jiménez, ayer en Madrid.
Olazábal, Gonzalo Fernández-Castaño y Jiménez, ayer en Madrid.SAMUEL SÁNCHEZ

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