La policía intervino 420.000 euros a los detenidos del robo en Jefatura

La policía intervino 420.000 euros el pasado septiembre a los cuatro detenidos, entre ellos el agente en excedencia Lars Sepúlveda, tras el robo de 154 kilos de cocaína y heroína que presuntamente protagonizaron en la Jefatura Superior de Policía de Sevilla. El dinero había sido invertido en dos cuentas de la sociedad ATC Consultores, y los agentes pidieron al juez su bloqueo y embargo inmediato tras las detenciones.

Las pruebas contra Sepúlveda, su amigo Manuel Alonso y las mujeres de ambos son numerosas después de 15 meses de investigación. "La inexistencia de negocios con actividad real que justifique el incremento patrimonial y las transmisiones de dinero (...) Un incremento inusual de patrimonio ajeno a prácticas comerciales ordinarias, puesto de manifiesto en un uso anormal de ingresos y pagos en efectivo (...) La interconexión con la actividad delictiva, vinculada al tráfico de sustancias estupefacientes".

Los paquetes se elaboraron "en tres o cuatro días" en jornadas de 8 horas

La mujer del ex agente organizó todo el entramado, según un testigo

Alonso confesó en su comparecencia ante la juez la elaboración de 170 paquetes con yeso y azúcar que cubrió con pegatinas de la policía facilitadas por Sepúlveda, y así hacerlas pasar por cocaína y heroína. "Elaboré los paquetes a petición de Lars y a cambio de 15.000 euros", declaró Alonso ante la unidad de Asuntos Internos."Tenía que confeccionar unos noventa paquetes de forma cuadrada, con diez centímetros de lado y un grosor de unos dos centímetros y medio, de unos quinientos gramos. Esos últimos paquetes tenían que ir envueltos en cinta amarilla por el exterior y estar rellenos de una sustancia que simulase la heroína". La declaración de Manuel Alonso, amigo del ex policía Lars Sepúlveda, ambos ahora en prisión, desveló el pasado septiembre la preparación en su casa de los paquetes que servirían para el cambiazo de los 154 kilos de droga en la Jefatura Superior de Sevilla, cometido desde 2004 a 2008, según la policía. Dicha declaración está incluida en el único tomo, de los diez que contienen la instrucción, sobre el que la juez ha levantado el secreto de sumario.

"Todos los paquetes fueron confeccionados siguiendo los criterios que me había dicho Lars", añadió Alonso, que realizó el proceso junto a su pareja, Violeta Sánchez, "en tres o cuatro días con unas ocho horas de media de trabajo sobre los paquetes". Alonso sostiene que Sepúlveda realizó el cambiazo en un vehículo camuflado de la policía.

Por su parte, Sepúlveda definió a su amigo Alonso, alias Lolo, como actor principal del robo. "Me propuso la posibilidad de cometer el robo", alegó. A pesar de su negativa, Lolo le aseguró que tenía "amistades dentro de la policía", aunque las desconocía. "Me pidió si le podía meter dentro de la Jefatura para introducir los paquetes falsos, lo monté en el coche y le metí en los garajes de Jefatura (...) Luego me puse nervioso y le llamé por teléfono para que saliera. Lolo llevaba una maleta de grandes dimensiones de color oscuro", describió el ex agente de la Udyco. Pero la unidad de Asuntos Internos ha acumulado indicios de la complicidad de ambos desde que hace 15 meses inició la investigación. Por ello, la juez del caso les acusa a ambos y a Sánchez de asociación ilícita, robo, tenencia de drogas y blanqueo de capitales. La mujer de Sepúlveda está imputada por blanqueo y los investigadores consideran que maquinó la forma de ocultar el ingente beneficio obtenido, cifrado en unos 6,7 millones. "La planificación se extiende a la ocultación de los beneficios obtenidos del tráfico de las drogas, como se ha acreditado con las fuertes inversiones que realizaron a mediados de diciembre de 2007", sostiene la policía en un informe. El robo afectó a siete operaciones antidroga.

El historial laboral de la pareja formada por Alonso y Sánchez, y que presuntamente elaboró los paquetes, determina que sus ingresos no se correspondieron con la realidad en el último lustro. Alonso sólo ha trabajo tres meses durante los últimos cinco años, mientras que su pareja no generó ningún ingreso desde septiembre de 2007.

Sin embargo, Alonso participó en dos empresas vinculadas al negocio inmobiliario y una de venta de motos, mientras que su pareja fue la administradora única de una constructora. "Ninguna de las empresas en las que participa Manuel Alonso figura en el censo del impuesto sobre Actividades Económicas", subraya la policía en su informe. Mientras, los agentes constataron "la falta de correspondencia entre los ingresos económicos obtenidos por Las Sepúlveda y el nivel de vida ostentado". Finalmente, el papel de la mujer de Sepúlveda resultó vital para ocultar el dinero. Un testigo protegido declaró que "Violeta le comentó que la mujer del policía era abogada y fue quien organizó todo el entramado", resalta otro informe policial.