Azkar Lugo, el fútbol sala social
Varias compañías dedican parte de sus beneficios al club deportivo
En el entorno más inesperado brota el deporte. Por ejemplo en O Ceao, el polígono industrial que da la bienvenida a buena parte de los visitantes de Lugo. Allí, en un paisaje poco sugerente se erige el Centro Deportivo Terra, emporio de la Asociación Deportiva Prone, bandera del fútbol sala lucense, un club patrocinado desde hace ocho años por la empresa de transportes Azkar y que desde hace casi dos mantiene una singular apuesta. "Tratamos de que una sociedad deportiva se beneficie de una fundación en la que una serie de empresarios repercuten los beneficios económicos de sus compañías", anticipa Alberto Fernández, responsable del área social del club.
Más de 150 empresas colaboran con el equipo, pero los faros son Luis Fernández Somoza, presidente de Transportes Azkar, y Manuel Vázquez Corredoira, máximo responsable del club y vinculado al sector de la construcción. A Vázquez le mueve la pasión. Jugó en el Garaje Villares, uno de los históricos de la liga local de Lugo y embrión del Prone, el equipo de un grupo de amigos que creció hasta llegar a la Liga Nacional y ganar la Recopa de Europa. Por el camino se armó una estructura que no deja nada al azar: 15 equipos anidan en O Ceao, donde el club dispone de instalaciones ejemplares. Siete entrenadores tienen dedicación exclusiva al club, que mima la base y ofrece a los jóvenes la posibilidad de llegar a la elite. Ocho de los 15 jugadores del primer equipo son de casa. Dos de ellos, Hugo Sánchez y Óscar Iglesias, que es internacional sub-21, forman parte de la primera generación de la escuela de fútbol sala creada en 1995. También Jorge Pérez Keita y Antonio Diz siguieron después ese camino.
Llevan siete años yendo a jugar con los presos del penal de Monterroso
La cantera es la joya del equipo. En sus oficinas muestran entre el orgullo y la esperanza la maqueta de la futura residencia que levantarán en el polígono de As Gándaras, un paso adelante con tres canchas polideportivas, pero sobre todo con 64 apartamentos para deportistas, aulario, auditorio y biblioteca, una meca del fútbol sala que espera un acuerdo con el Ayuntamiento para obtener más metros cuadrados. "Ahora ya tenemos una estructura importante, pero As Gándaras nos consolidará", remarca el club. No es la única singularidad porque tampoco hay parangón de una labor social tan activa. Alberto Fernández enumera: "Tenemos convenios con 22 colegios de Lugo que reciben la visita de nuestros jugadores y obtienen carnés de abonados para ver los partidos, con Proxecto Home para que miembros de esa asociación puedan venir a nuestro gimnasio a hacer una actividad física personalizada, con la Fundación Secretariado Xitano, con la Universidade de Santiago para realizar un curso de verano, con la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias para acudir a los cinco centros penitenciarios gallegos...".
Al penal de Monterroso han ido los últimos siete años. Se trata de algo más que jugar el partidillo de rigor con los internos. "Es un día de convivencia en el que el equipo realiza allí incluso su trabajo táctico habitual", apunta Fernández. El martes estuvieron allí y Pablo Prieto, director deportivo del club, impartió una charla y una presentación audiovisual sobre los valores del deporte y su importancia como método de reinserción. "Ir a Monterroso es especial porque es un penal con 500 internos de 51 nacionalidades y donde el 80% son extranjeros". Este año además les han donado material para que puedan seguir practicando fútbol en mejores condiciones. "Cuando decidimos tener una Fundación nos preocupaba que tuviera contenido", explica Alberto Fernández. Hace años estaban de moda entre las entidades deportivas como parte de la estrategia para obtener beneficios fiscales, pero casi todas las que se impulsaron languidecen. En Lugo asumen que no debe de ser así y sobre un presupuesto de 1,2 millones de euros destinan una tercera parte a la Fundación. "Tenemos apoyo económico por parte de las instituciones y eso nos lleva a considerar que ese dinero público debe revertir en la sociedad, pero en esto hay que creer", concluye Óscar Hermida, gerente del club.
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