Torrelodones tiene niveles de radón superiores a lo recomendado
La OMS reduce la concentración aconsejable del gas radiactivo, segunda causa del cáncer de pulmón
Un estudio sobre el riesgo sanitario que supone la exposición al gas radón respecto al cáncer de pulmón ha revelado que en viviendas de Torrelodones se supera la concentración máxima recomendada en la actualidad por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta localidad madrileña está sobre terrenos graníticos, donde el radón, un gas incoloro, inodoro e insípido, se origina de forma más abundante que en otros terrenos, por desintegración natural del uranio 238. En España hay otras áreas, como zonas de Galicia, Salamanca o Cáceres, donde también el radón puede suponer un riesgo, aunque no están bien estudiadas.
Para la investigación, los autores midieron los niveles de radón en el interior de 91 viviendas del municipio durante varios meses y recogieron datos sobre los hábitos de los inquilinos, como si eran fumadores o no. El riesgo de fallecimiento por cáncer de pulmón es 20 veces mayor si a la exposición al gas radón se suma ser fumador, según la OMS.
Aunque a gran distancia del tabaco, el gas radón es la segunda causa de cáncer de pulmón, según ha confirmado el nuevo estudio, de la Universidad de Cantabria y la Universidad Babes-Bolyai de Rumanía, realizado en Torrelodones (Madrid) y Stei (Rumania). En la zona española, los investigadores han hallado un número de fallecimientos por cáncer de pulmón desde 1994 a 2006 del doble del esperado. En la zona rumana, la cifra es mucho mayor.
La publicación de este trabajo en la revista Science of the Total Environment ha coincidido con una nueva recomendación de la OMS que reduce la concentración máxima aceptable de gas radón en el interior de los hogares. Más de la mitad de las 91 viviendas de Torrelodones en las que efectuó medidas de radón el equipo dirigido por Luis Santiago Quindós superan este límite.
Hasta ahora, la OMS recomendaba que la concentración de radón en una vivienda nueva no supere los 200 becquerelios por metro cúbico, nivel que elevaba a 400 becquerelios por metro cúbico para la vivienda antigua. Sin embargo, los datos epidemiológicos acumulados han llevado al grupo de trabajo de la OMS, del que forman parte los autores españoles del estudio, a proponer un nivel de referencia de sólo 100 becquerelios por metro cúbico para minimizar los riesgos sanitarios asociados a la exposición a este gas radiactivo. Como excepción se fija como nivel máximo recomendado los 300 becquerelios por metro cúbico.
De las 91 viviendas estudiadas, 30 tenían 125 becquerelios, y un número menor presentaba una concentración mayor, que alcanzaba incluso los 366 en algún caso. "En España hemos encontrado que en la inmensa mayoría de los casos la presencia de radón en una vivienda se debe directamente a las emanaciones del subsuelo", explica el investigador Carlos Sáinz. "Sin embargo, en Rumania hay una contribución importante de los materiales de construcción utilizados en las casas, que se fabrican en parte con elementos procedentes de una antigua zona de minería de uranio". El radón se acumula en los garajes y sótanos y en la planta baja de las viviendas, por lo que el riesgo es mucho mayor en una casa unifamiliar que si se vive en un sexto piso. Los expertos proponen controlar periódicamente los niveles del gas y ventilar con extractores. También se pueden construir las casas nuevas sobre barreras impermeables al radón.
La OMS recomienda que haya programas nacionales de radón, para sensibilizar sobre el riesgo y evitar la exposición peligrosa, pero en España, a pesar de los intentos de los científicos por conseguirlo, este tema no se ha incluido en el nuevo Código Técnico de Edificación, señala Sainz. Los programas nacionales identifican las áreas con mayor riesgo e implementan políticas de prevención y mitigación, además de colaborar con las empresas de construcción y promover la medida de los niveles cuando se compra o se vende una casa.
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