La vida suena entre canciones
Los ensayos de la obra 'Los 40. El Musical' llegan a la Gran Vía
"Estamos bien durante una canción, pero luego, ¿qué?", le protesta una chica a un chico en una intimidad rodeada de focos. No parece poca cosa, teniendo en cuenta que sobre el escenario del teatro Rialto se plantea que la vida puede ser aquello que pasa mientras la música suena potente y en primer plano.
La obra Los 40. El musical narra mediante un puñado de grandes éxitos radiofónicos la historia de un grupo de jóvenes. El juego se inspira en la capacidad de algunos números uno para definir un estado anímico, una noche o un año con más fineza que cualquier explicación.
El de ayer era el primer ensayo en la Gran Vía. Los actores practicaban en chándal, sin el vestuario oficial. "Si hay que parar, se para", avisaba el director desde su cabina en las alturas. La escena se repite un par de veces: ahora con bailarines, ahora sin ellos. Todavía queda para rematar la obra antes de su estreno, el 15 de octubre. Mientras en un descanso el equipo sale a fumar al callejón trasero, los actores más aplicados practican algún paso de la coreografía de street dance que se les resiste.
El escenario se ilumina y los bailarines brincan a golpe de bajo
En el reparto hay actores salidos de Fama y de la serie UPA Dance
El escenario se ilumina y los bailarines brincan a golpe de bajo. La música la interpreta una banda en directo. Carlos Garea, el director musical, la dirige con movimientos de Karajan desde la oscuridad del patio de butacas.
¿Y qué música suena? Imposible desvelarlo. Pesa demasiado la ley del silencio, que impide destripar el repertorio antes del estreno. El mal fario amenaza a quien viole la regla. Mientras supervisa a sus bailarines, el director sufre imaginando que una voz indiscreta pueda confesar qué canta un padre que regresa a casa vestido de mariachi, o un chico cuando sale de fiesta dispuesto a engañar a su novia. Si la curiosidad es demasiado fuerte, en la página www.40elmusical.com hay algunas pistas. El espectáculo se dirige principalmente a un público joven. El libreto, firmado por Daniel Sánchez Arévalo (director de AzulOscuroCasiNegro y Gordos) cuenta la vida de un chico que crea un radioblog que él mismo define como "dedicado a destripar la vida de mis amigos". Observándolos, reflexionará sobre la vida adulta, las mentiras y las responsabilidades.
Entre los protagonistas hay abogados en prácticas "por un sueldo de mierda", un hipocondríaco que intenta dar besos con condón, o una chica solidaria. Los protagonistas hablan con sus iPhones y, en alguna escena, sus pensamientos los transcribe un chat en una pantalla.
Un lenguaje ideado, en definitiva, para la generación Fama, porque no en vano en el elenco de bailarines los hay salidos de la academia televisiva; otros proceden de un casting con 1.500 participantes. Y de otra escuela de baile catódico -la de serie UPA Dance- ha salido uno de los protagonistas: Pablo Puyol.
Pero los nostálgicos que no se desanimen: entre el centenar de temas del repertorio hay de todo. Por eso, sobre el escenario dan la bienvenida a los hijos del rock and roll con acordes de Miguel Ríos. Pero olvídenlo; no se puede contar: da mala suerte.
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