Más despidos temporales

El Gobierno se congratula de que, tras la entrada en vigor de la bonificación a las empresas que presenten un expediente de regulación de empleo temporal, el uso de este procedimiento haya desplazado al ERE de extinción de contratos. Por ahora, los despidos colectivos son mayoritariamente temporales.

Así lo puso de manifiesto el director general de Trabajo, José Luis Villar, en una jornada organizada por la Fundación SIMA (Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje): "Entre octubre del año pasado y agosto de 2009 se han aprobado 54.000 ERE de extinción, mientras que los de suspensión temporal suman 145.000. Entonces eran 3.000 trabajadores al mes los que tenían suspensión de empleo y hoy son 40.000 mensuales. El incremento ha sido exponencial desde que la medida se puso en marcha, en marzo de 2009, aunque con efectos retroactivos a octubre de 2008. La idea era conseguir mantener el empleo reduciendo el coste salarial y de Seguridad Social a las empresas que se comprometiesen a no llevar a cabo despidos durante un año", añadió Villar.

Las bonificaciones del Gobierno a las empresas animan el uso temporal

Unos 265.000 trabajadores españoles han entrado en suspensión de empleo desde octubre del año pasado, dijo. Aunque el Gobierno no sabe qué va a pasar con ellos a medida que los ERE temporales presentados por las organizaciones empresariales vayan tocando a su fin. "Cuando concluyan las bonificaciones, cuya duración es de un año, tendremos que tomar una decisión. El Gobierno podrá prorrogar la ayuda o no a la vista de cómo haya funcionado. De si se ha mantenido el empleo en las empresas", explicó Villar.

Lo malo es que no son pocos los que opinan que después de esos ceses laborales de duración limitada muchas compañías tendrán que optar por los despidos definitivos. El catedrático de Derecho Laboral Salvador del Rey así lo dijo: "Estamos y vamos a continuar estando en procesos de reestructuración de empresas. Y muchos de los ERE temporales que ahora se están agotando van a convertirse en ERE de extinción". El director del SIMA, Martín Borrego, también es de esta opinión. Según él, "muchas empresas los han utilizado para salir del paso sin despedir, en una huida hacia delante".

Actualmente, los ERE de suspensión representan un 79% del total, según Raimundo Aragón, director general de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, "se opta por ellos, al menos en una primera fase", indicó. Y tienen muy ocupados a los inspectores, ya que más del 50% de su actividad tiene que ver con los expedientes. Los problemas que surgen en su tramitación están relacionados sobre todo con la acreditación de las causas que provocan los ERE, "que muchas veces no guardan relación con la memoria justificativa que se presenta con ellos. O la empresa, que achaca causas económicas, no está en pérdidas, sino que tiene problemas de gestión o dirección. También hay muchas sociedades que declaran graves problemas de liquidez y, sin embargo, ofrecen sustanciosas indemnizaciones a los trabajadores afectados por el ERE", añadió.