Memoria de dunas en Samil
Caballero opta por mantener el carácter urbano de la principal playa de Vigo
O playa urbana o recuperación de las antiguas dunas, pero no ambas cosas si, como anuncia el Ayuntamiento de Vigo, la actuación prevista en la playa de Samil se limita a retranquear 20 metros el actual paseo marítimo que acabó con el anterior sistema dunar. El plan general de urbanismo fija para el primer cuatrienio de su desarrollo la regeneración ambiental del arenal, pero ésta se supedita a su vez al desarrollo urbanístico de ocho ámbitos colindantes, lo que no parece muy factible en la actual crisis del sector. El alcalde, Abel Caballero se contenta con una ampliación que confirmará el carácter urbano de la playa, renunciando a las dunas aunque sin reconocerlo abiertamente.
Nostálgicos y ecologistas piden la recuperación del sistema dunar
La crisis impide acometer la regeneración según el plan general
Samil, según define el plan general, es "una referencia obligada como paisaje y patrimonio natural en el conjunto vigués". Quienes lo conocieron evocan inevitablemente las dunas, con añoranza. Acabó con ellas el proyecto de un alcalde legendario en la ciudad, Rafael Portanet, en los años sesenta. Nostálgicos y ecologistas reclaman su recuperación considerando éstos un despropósito del alcalde que la misma se afirme en el enunciado de la ampliación de la playa, "que permitirá la recuperación dunar".
El propio plan general propone regenerar el arenal más afamado de Vigo a partir de un plan especial que, sin embargo, ahora se relega en aras de un proyecto de la Dirección General de Costas cuyos planteamientos este organismo evita concretar. Ya se eligió la empresa que lo redactará, pero ésta aún no se ha puesto manos a la obra precisamente por la indefinición de los objetivos. Aunque el concurso fijado al efecto se encabezó como "proyecto de recuperación del sistema dunar en la playa de Samil", el pacto posterior del alcalde con Costas, limitándolo a una ampliación del arenal en 20 metros, enturbia o, traído al caso, echa arena sobre los objetivos reales del proyecto, que promete polémica tanto por motivos ecologistas como sentimentales.
La recuperación del sistema dunar de Samil, según expertos de la Universidad de Vigo consultados por este periódico, es directamente imposible si se mantiene la urbanización actual (paseo, piscinas, pistas deportivas...) aunque sea 20 metros atrás. Habrá mayor espacio para el acomodo de la arena, pero los resultados no diferirán de los actuales, salvo por el hecho de que la playa tendrá más superficie. Serían necesarios no menos de 50 metros y considerar otras variables, como los vientos, la vegetación dunar o la restauración de las coberturas originales, para que el espacio pudiera regenerarse en la plenitud de su dimensión dunar, según las mismas fuentes.
En esa línea apunta la ficha del plan general que resume los objetivos previstos para la zona. La actual avenida que discurre en paralelo a la playa, según el planeamiento quedaría reducida a un vial de servicio de ocho metros de ancho. La avenida tendría que desplazarse, como vial del sistema general de comunicaciones, hasta la parte posterior del hotel Samil, en la frontera de los ocho ámbitos urbanísticos que contribuirían a costearlo. Pero esa parte sustancial del planeamiento no avanza, por causa de la crisis, y Caballero quiere adelantar actuaciones que dejen también una memoria: retirar las zonas de aparcamiento, aumentar el ancho del paseo a 12 metros (el doble del actual), construir más canchas y piscinas de las que hay ahora, merenderos...
Lo cual abundará en el comprobado conflicto del movimiento de arena con el muro del paseo. Ahora, en invierno, dentro de la propia dinámica de duna, la arena lo remonta, y en verano las olas no la encuentran para mantener el perfil de la playa. Del antiguo sistema dunar queda un vestigio, el denominado Monte de Area, al norte de la playa y, con todo, la erosión no ha sido drástica, según los estudios realizados por la Universidad de Vigo hace unos años. Eso ha animado la confianza en su recuperación.
Otro factor de confianza lo marca la fase de regeneración que ha alcanzado en pocos años la playa de O Vao, la otra grande que sigue a Samil por el sur, tras ser liberada del complejo de campos de fútbol que en su momento montó Antonio Nieto Figueroa, Leri, un concejal que alcanzó gran popularidad precisamente por esa iniciativa. En O Vao las dunas se están recuperando, pero la actuación programada para este arenal tiene poco que ver con lo que se pretende en Samil. En una se ha apostado abiertamente por la regeneración y de la otra no se quiere perder su condición urbana, esto es, las afluencias masivas de usuarios en verano y en invierno, para pasear. Su remodelación comenzará este año con la demolición de un restaurante al que caducó la concesión y será enteramente costeada por el Ministerio de Medio Ambiente.
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