Un empresario controlaba la red de narcos que operaba desde Sagunto
Rafael Rubén Núñez Cercerrado es el supuesto cabecilla de la red de narcotráfico desarticulada esta semana en Valencia, una banda organizada asentada en Sagunto y Madrid que introducía centenares de kilos de cocaína por el puerto de Valencia en contenedores. Es un empresario de éxito, con premios y reconocimientos varios por su supuesto buen hacer en el mundo de la empresa, deportista de élite, amante de las motos acuáticas, que ha montado un pequeño imperio empresarial que sustentaba, decía, en el trabajo "de domingo a domingo". Una empresa de transportes, Rafydan, con sede en Faura, una clínica de salud y belleza, un restaurante y una constructora han sido las apuestas empresariales de quien ahora está acusado de dirigir un grupo de casi 30 personas, la mayoría colombianos y españoles, que movían cocaína desde Suramérica a España. Le responsabilizan de introducir al menos 1.500 kilos de polvo blanco en el último año y medio.
Durante ese tiempo, la policía nacional ha seguido sus pasos y cerrándole el camino. La actuación definitiva se inició el pasado martes en Sagunto, Massamagrell, Segorbe, Paterna y otros municipios de alrededor. Se practicaron una treintena de registros, en los que se encontraron armas, dinero en efectivo y droga. Y el pasado miércoles, los agentes reventaron un contenedor en el puerto de Valencia en el que se escondían más de 500 kilos de cocaína.
El jefe de la Brigada Central de Estupefacientes, Francisco Javier Migueláñez, destacó ayer como uno de los aspectos singulares de la organización que suministrara droga en "importante" cantidad a los narcos gallegos. De hecho, hace algunos meses, uno de sus envíos fue interceptado. Migueláñez, también resaltó la importancia de haber desmantelado "por completo" la organización. Según él, se ha detenido desde los encargados de distribuir la mercancía hasta los responsables máximos.
La policía define a la organización como una banda "muy activa" y con "gran potencial". Prueba de ello, que en el conjunto de detenciones practicadas durante la operación, los agentes se incautaron de más de un millón de euros en metálico. Los traficantes, detenidos en Valencia, Madrid, Seseña (Toledo) y Villagarcía de Arosa (Pontevedra), comercializaban la cocaína tras adulterarla con un mecanismo que permitía aumentar la cantidad de droga en 20% sin disminuir su respuesta a las pruebas de pureza.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.