Un gran incendio en una nave de Boiro obliga a cortar la autovía del Barbanza
El fuego provocó una enorme humareda visible en toda la comarca
Un enorme incendio en una nave industrial de Boiro movilizó ayer a 30 efectivos de los parques de bomberos del municipio coruñés y de los de Ribeira, Santiago y O Salnés. El fuego, que obligó a cortar un tramo de la autovía de O Barbanza, se originó a las dos de la tarde en el exterior de la nave. Las causas se desconocen, pero la magnitud de las llamas fue tal que se hizo necesaria la intervención de los Grupos Municipales de Intervención Rápida (Grumir) y cuatro helicópteros. Pese a dejar controlada la situación a última hora de ayer, no se espera sofocar totalmente las llamas hasta hoy.
El local de la empresa JJ Chicolino guardaba material para la fabricación de cuerdas, como redes viejas que arden fácilmente y producen mucho humo. Esta última circunstancia dificultó las labores de extinción: los efectivos enviados por Medio Rural tuvieron que enfrentarse no solo a las llamas sino también a la escasa visibilidad. Ayer por la tarde, una gran nube de humo podía verse en toda la comarca de O Barbanza y, aunque se fue disipando, imposibilitó, junto a las altas temperaturas, acceder a la nave en los primeros momentosAdemás de las pérdidas materiales, que no se han contabilizado aún pero que se prevén elevadas, el incendió provocó heridas a nueve personas. Ocho de ellas participaban en la extinción y otro es uno de los 89 empleados de la nave. Solo un bombero quedó ingresado por quemaduras y contusiones leves.
La jornada tampoco fue fácil para los que circulaban por la autovía de O Barbanza a su paso por Boiro. La vía fue cortada a las tres de la tarde, y a las nueve todavía no se había restablecido la circulación. El alcalde de Boiro, Xosé Deira, "impotente" ante la magnitud de las llamas, aseguró que la nave "puede seguir ardiendo un día más". La proximidad con una zona de viviendas obligó a la evacuación de varias familias del lugar de Fontecova. También por seguridad, se trasladó a Boiro una unidad móvil de control de la calidad del aire, con el fin de descartar la toxicidad de la nube de humo.
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