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Reportaje:Laboratorio de ideas

Billete a ninguna parte

Las aerolíneas no han aprovechado la crisis para reestructurarse

Tal vez lo peor haya pasado para las aerolíneas. Pero eso no es lo mismo que decir que vayan a experimentar una firme recuperación.

Las acciones de las aerolíneas subieron este verano más que el mercado en general. No es difícil entender por qué ha mejorado el sentimiento hacia este sector duramente golpeado. Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), la caída del tráfico está por fin estabilizándose. Heathrow, el aeropuerto más grande del mundo, registró en agosto el tráfico más alto de su historia. Parece que la economía mundial está recuperándose.

Pero sigue sin experimentarse un fuerte repunte de la rentabilidad de las aerolíneas. Tal vez los aviones viajen llenos, pero eso se debe a la reducción de las tarifas. La IATA afirma que los beneficios medios por pasajero siguen este año un 12% por debajo del anterior, tras una caída del 20% en los viajes de empresa.

Cualquier otro sector respondería reduciendo capacidad. Y eso ha ocurrido en cierta medida, especialmente en Estados Unidos, pero también en Europa, donde Lufthansa ha liderado la consolidación y British Airways ha recortado gastos en bienes de capital. Pero el sector no ha ido suficientemente lejos.

Las aerolíneas europeas siguen comprando aviones y asumiendo de paso deudas por miles de millones de euros. Sólo algunos de estos aviones están sustituyendo a modelos más antiguos. Otros inflarán perchas ya llenas. Mientras tanto, las aerolíneas no han reducido costes con suficiente rapidez como para mantenerse al ritmo de la caída de las ventas, lo cual les provocará profundas pérdidas este año.

A pesar de la mejora en las cifras totales de tráfico, los viajes de empresa -la parte lucrativa del sector- sigue anémica. Tradicionalmente, el tráfico empresarial tendía a subir cuando se producían expectativas de recuperación económica. Pero hay cada vez más miedo de que esta crisis haya provocado un cambio estructural en los hábitos de vuelo. Una reciente encuesta sobre viajes realizada por el banco suizo UBS llegaba a la conclusión de que el 73% de las empresas estadounidenses han reducido los viajes y fomentan alternativas como la videoconferencia. Las empresas también se han acostumbrado a conseguir billetes más baratos, lo cual dificulta la capacidad de recuperación de los precios a corto plazo. Por lo tanto, aunque el viajero empresarial vuelva a entrar en escena, tal vez no sea el estímulo que el sector espera.

La IATA prevé que el sector obtendrá el próximo año unos beneficios de explotación de 6.000 millones de dólares. En este momento, dichas predicciones parecen demasiado optimistas.

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