"Nos vamos a sacar la espina"
Ricky Rubio, a sus 18 años, afronta hoy su primera final de un Europeo absoluto. Sergio Scariolo, que no pudo contar con José Manuel Calderón, apostó decididamente por él como base titular de la selección. Tras unos primeros partidos decepcionantes, todo cambió y su rendimiento y también el del equipo mejoraron de manera exponencial.
Pregunta. ¿Se siente recompensado por haber llegado a esta final tras una temporada tan difícil para usted?
Respuesta. Cuesta recordar ahora todo lo que me ha sucedido. La primera piedra en el camino fue la lesión tras los Juegos Olímpicos. Estuve dos meses sin competir. Nunca había estado tanto tiempo parado. Me costó entrar en el equipo. Los demás ya estaban rodados y el tren en marcha. Así se aprende y se madura más rápido. Cuando acabó la temporada, me marqué el objetivo de ganar la medalla de oro en el Europeo y ayudar a mis compañeros a quitarse la espina que tienen clavada de aquella final contra Rusia. Desde hace meses sólo pienso en eso a pesar del revuelo que se armó por el tema de la NBA y mi cambio de club.
"Aprendimos la lección. En los primeros partidos nos faltó agresividad en defensa"
"¿A quién admiro más? A estos compañeros de selección, sobre todo a Pau"
P. ¿Cómo se explica la transformación del juego de la selección?
R. Aprendimos la lección en los primeros partidos. Vimos cómo no teníamos que jugar. Nos faltó agresividad en defensa. Pero fuimos recuperando lesionados, adaptándonos a los sistemas de Scariolo y nos dimos cuenta de que si no salíamos al 100%, teníamos muchos números para perder. Dejamos a un lado el favoritismo y la presión de ganar y hemos salido a disfrutar apretando desde la defensa. Tras la derrota ante Turquía estábamos un poco hundidos pero supimos reaccionar. Demostramos ser un equipo que se crece en momentos difíciles.
P. Hablando de momentos duros, su situación contractual fue un embrollo hasta que el 31 de agosto cerró su fichaje por el Barça. ¿Realmente su objetivo inicial fue ir a la NBA?
R. Estaba preparado. Pero no pudo ser. La oferta de Minnesota tenía lagunas. Tenía que pagar la cláusula de mi contrato con el sueldo que iba a percibir. No lo vi claro y aposté por el Barça porque me ofreció las garantías profesionales y económicas que quería. Además del baloncesto, hay otras cosas que también tienen una gran importancia como la familia, los amigos y los estudios.
P. ¿Qué estudia?
R. He acabado segundo de bachillerato. He estado hablando con el director de mi colegio para buscar algún módulo para poder hacerlo sin necesidad de asistir a clase. Voy algunas horas cuando puedo y, cuando no, me pasan por Internet el trabajo como he venido haciendo hasta ahora.
P. ¿Le decepcionó quedar quinto del draft?
R. Es un sueño hecho realidad. La gente piensa que, cuanto más alto es el puesto, más bueno eres. Muchas veces es así, pero a veces los equipos eligen según la posición que necesitan cubrir. El claro ejemplo es el de Michael Jordan. Los dos equipos que eligieron primero en su draft necesitaban un pívot. Y Jordan, que ha sido el mejor del mundo, acabó siendo el número tres de su draft. Cualquier chaval en España firmaría con los ojos cerrados quedar en el quinto lugar.
P. ¿No tiene la sensación de que se equivocó en la forma en que llevó el tema, al no probar por los Kings o al rechazar la oferta de Minnesota?
R. No me arrepiento de nada. El proceso del draft era nuevo para mí. Siempre pedí consejo a mi agente pero siempre fui yo quien decidía. Era un mundo desconocido para mí en el que no sabía cómo funcionaban las cosas. El número cinco es una muy buena posición y estoy muy contento.
P. Con sólo 18 años, ¿no le impresiona enfrentarse a los mejores bases del mundo como ha podido hacer en Polonia con Tony Parker?
R. Parker es un jugador increíble pero los jugadores a los que más admiro son los que tengo a mi lado, especialmente a Pau, y más aún después de que haya logrado el anillo y del campeonato que está haciendo aquí en Polonia. Ellos son de lo mejor de Europa y casi diría que del mundo.
P. ¿Se hace inevitable pensar en la final perdida en el Europeo de hace dos años?
R. Yo me incorporé a esta selección en 2008 pero sé que el grupo tiene una espina clavada y yo les ayudaré a quitarse esta espina consiguiendo la medalla. Esto nos da un punto extra de motivación.
P. ¿Dónde estaba usted cuando se disputó aquella final?
R. Ese año había disputado el Europeo Sub-18 en el que fuimos quintos. La final ante Rusia la vi por la tele y me supo muy mal cómo acabó.
P. ¿Llegará a la selección absoluta algún compañero de aquella quinta?
R. Ellos han competido en el Mundial Sub-19 y algunos son jugadores que tienen mucha calidad como Jodar y Santana. Pueden llegar muy lejos.
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